Buen propósito

El toque de queda para menores de edad en las comunas 13 y 15 es una iniciativa interesante frente a la violencia que padece Cali.Como experimento puede ser bueno, en la medida en que permite un control sobre niños y jóvenes en dos de las zonas de la ciudad que presentan los índices más altos de inseguridad y de actos delictivos, pero habrá que esperar los resultados para saber sí realmente funciona.Los problemas de violencia que vive Cali no se solucionan sólo con medidas represivas como esta, que de poco servirán mientras los caleños, en especial los padres de familia, no tomen conciencia de que se educa con el ejemplo, en los valores, en la tolerancia y la convivencia.Mientras la sociedad sea permisiva y se presenten absurdos como el dejar que los menores de edad estén en la calle a altas horas de la noche, los esfuerzos que haga el Estado, como este toque de queda para menores, serán insuficientes.