Arbitrariedades

La Dimayor, máximo ente del fútbol profesional colombiano, insiste en pasar vergüenzas mayores.Como la que le generó su más reciente decisión sobre un partido disputado en el estadio de Tunja entre el Boyacá Chicó y el Junior, que fue suspendido por agresión a uno de los asistentes de línea del árbitro.En una nueva interpretación del reglamento, la Dimayor le quitó el punto ganado al Chicó pero no le otorgó los tres al Junior.Es la primera vez en la historia del fútbol del mundo, que se falla a favor de un equipo y sólo se le otorga un punto.A la Dimayor se le reclama, con justa razón, que aplique el reglamento como es, y no que lo acomode a su antojo como ha venido haciendo con sus últimas decisiones.Tienen razón quienes exigen que el fútbol colombiano se deje de manejar de la forma arbitraria como se ha venido haciendo.