Al rescate de La Ermita
El deterioro que presenta La Ermita les tiene que doler a los caleños, a la Administración Municipal y al Departamento.
El deterioro que presenta La Ermita les tiene que doler a los caleños, a la Administración Municipal y al Departamento.
La iglesia es un símbolo que identifica a la capital del Valle y un bien de interés cultural, lo que obliga a preservarlo en las mejores condiciones.
El asunto no solo es de echarle una mano de pintura a su fachada, retocar los vitrales o reparar los daños en sus puertas.
Hay que hacer lo necesario para mantener su estructura en pie y garantizar su conservación integral.
La Ermita, que pronto cumplirá 80 años, representa la fe de los caleños, esa misma que llevó la comunidad a levantar la edificación de estilo neogótico en el mismo lugar en que construyó la primera capilla en el Siglo XVII, la cual sucumbió tras un terremoto en 1925.
Y es sobre todo un emblema de la ciudad que se siente orgullosa de su arquitectura y de lo que representa para los caleños, además de ser un referente.
Por todo ello hay que darle la mano a La Ermita para que con el aporte de las entidades públicas, de la Iglesia Católica y de los habitantes de Cali se hagan las obras que necesita.
Ayudar en ese propósito también es combatir el olvido y la indiferencia que ha llevado a la Ermita a un estado que amenaza su existencia y no se compadece con la importancia que tiene en la construcción de la identidad de la ciudad y de sus habitantes.
Quienes deseen colaborar con la ‘Ermitatón’ pueden comunicarse al celular 3218731242.