Veinte años de Mercosur

"Entre las preocupaciones que hoy genera Mercosur, es el de su giro hacia lo político, en desmedro de su papel esencial que debería concentrarse en lo económico y social".

¿Cómo funciona un mercado común entre países con marcada disparidad económica, desigualdad en lo social y diferencias en lo político? Mercosur, el Mercado Común del Sur conformado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, lleva 20 años buscando la respuesta que le permita avanzar en la conformación de un bloque comercial, con beneficios para todos y que sea un referente internacional. Si se les pregunta a los paraguayos sobre los beneficios que han recibido como parte del Mercosur, su respuesta es que este 26 de marzo hay poco para celebrar. Sienten, con sobradas razones, que como socios menores frente a un Brasil que se perfila como la quinta economía mundial, o frente al poderío argentino, que no se amilana ni en las peores crisis, siguen sin obtener los beneficios que requieren. Para ellos, no se ha logrado una verdadera integración.En parte tienen razón. Sólo el año pasado en la Cumbre de San Juan, celebrada en Argentina, se abrió el camino para la creación de un Código Aduanero Común y se resolvieron algunas diferencias en el tema arancelario. En el papel existe una zona de libre comercio, pero con restricciones a la libre circulación para ciertos sectores industriales y con la talanquera de la aplicación de gravámenes de exportación. Según los acuerdos alcanzados en la Cumbre, para el año 2019 debe ser una realidad el mercado común que hasta ahora no se ha podido concretar.Sin embargo, no se puede decir que han sido 20 años perdidos. Actuando como bloque los cuatro socios del Mercosur incrementaron en este tiempo sus exportaciones en un 12%, siendo el sector de los bienes industrializados, en especial el tecnológico, el que ha presentado un mayor crecimiento. Paraguay y Uruguay, por su parte, hoy exportan hacia sus otros socios más de lo que lo hacen para el resto del mundo. Así mismo, luego de varios años de estancamiento se han retomado las negociaciones para acuerdos de libre comercio y cooperación con la Unión Europea. Y mantiene pactos comerciales con la Comunidad Andina y algunas naciones de Asia y África.Entre las preocupaciones que hoy genera Mercosur, es el de su giro hacia lo político, en desmedro de su papel esencial que debería concentrarse en lo económico y social. El empecinamiento en hacer socio a Venezuela, originado por el interés que genera el afán de su gobierno por comprar solidaridades a cambio de petróleo, ha significado una prueba de fuego. Que encontró el ‘freno de mano’ en la oposición del Senado paraguayo a admitir el autoritarismo de Hugo Chávez.Al Mercosur se le debe reconocer que le ha dado una estabilidad a las relaciones políticas entre sus cuatro socios, principalmente en lo que se refiere a Argentina y Brasil. Pero su horizonte sigue sin aclararse y no parece encontrar aún su camino. El nacimiento de Unasur, la Unión de Naciones Suramericanas, incluso ha llevado a plantearse si no es mejor pensar en un gran bloque subcontinental, pese a la diferencias. Nada descabellado cuando se sabe que en su conjunto, América Latina apenas representa el 6% del comercio mundial, y carece de la fortaleza que brindaría una verdadera integración regional.