El pais
SUSCRÍBETE

Unidos contra el terrorismo

En medio de la tensión por el atentado que dejó 16 muertos en Barcelona, los españoles se congregaron el sábado en la capital de Cataluña para realizar una multitudinaria manifestación con el propósito de rechazar estos actos que enlutan a la península y al mundo.

27 de agosto de 2017 Por: Editorial .

En medio de la tensión por el atentado que dejó 16 muertos en Barcelona, los españoles se congregaron el sábado en la capital de Cataluña para realizar una multitudinaria manifestación con el propósito de rechazar estos actos que enlutan a la península y al mundo.

Lo que se vio en Barcelona fue a más de medio millón de personas que ocuparon el paseo de Gracia para expresar su rechazo a los crímenes en La Rambla y en Cambrils. Por encima de las diferencias, la presencia del Rey Felipe VI y del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, mostró el convencimiento de los españoles de enfrentar unidos el reto planteado por los terroristas del Estado Islámico.

Aunque no se pueden ignorar algunos abucheos y silbidos contra la presencia de las autoridades de España, es necesario recordar las palabras de Rajoy, quien destacó que “estuvimos donde teníamos que estar, orgullosos de haber estado allí y de que estuviera también el Jefe de Estado”. El Presidente del Gobierno español remarcó su apoyo a las víctimas del terrorismo y “nuestra solidaridad con los catalanes sensatos, moderados y respetuosos, que son la inmensa mayoría”.

Frente a la amenaza terrorista que no conoce fronteras, suena sensato que el Gobierno Español mantenga el discurso de la unidad para que la democracia y los valores cimentados alrededor de ella no cedan ante la barbarie de fanáticos religiosos. “Las víctimas nos quieren unidos y los terroristas nos quieren desunidos”, fue el recordatorio que hizo Rajoy.

Ese es el espíritu que debería prevalecer después de esta marcha, por encima de los divisionismos. El terrorismo se alimenta de esos boquetes que deja la democracia y sus libertades para minar la confianza en las instituciones. Por eso también las declaraciones del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, son tan valiosas al insistir que pese a las “legítimas discrepancias políticas en democracia”, la coordinación entre las Administraciones frente a los atentados ha sido digna de elogio.

Fue el mismo sentimiento que expresaron Miriam Hatibi, portavoz de la Fundación IBN Battuta, y la actriz Rosa María Sardá, cuando durante la congregación leyeron un manifiesto en el que advertían que los terroristas “no conseguirán dividirnos, no estamos solos. Somos muchos millones de personas que rechazamos la violencia y defendemos la convivencia en Mánchester y en Nairobi, en París y en Bagdad, en Bruselas y en Nueva York, en Berlín y en Kabul”.

España demostró que es el momento de la unión. Es el instante en que es necesario aplazar los intereses políticos para afirmar un valor más grande, porque al final lo que están poniendo en juego los terroristas del Estado Islámico es la capacidad de la sociedad para responder de forma armónica y sin transgredir los propios valores democráticos.

Hoy el mundo occidental mira hacia España y espera que la unión contra un enemigo infiltrado prevalezca. Como decía en el lema estampado en las camisetas y pancartas de las miles de personas que marcharon en Barcelona, es la hora de decirles a los terroristas: “¡No tengo miedo!”.

AHORA EN Editorial