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Una fiesta mundial

Pero para eso se necesita no sólo los buenos estadios que ya hay, sino el buen comportamiento de los colombianos en cada uno de los escenarios, que no cuentan con rejas de protección entre la cancha y las graderías. Se necesita, además, de la buena hospitalidad que ofrezcan los mandatarios locales y el Gobierno nacional, para cumplir a carta cabal con este certamen.

29 de julio de 2011 Por:

Pero para eso se necesita no sólo los buenos estadios que ya hay, sino el buen comportamiento de los colombianos en cada uno de los escenarios, que no cuentan con rejas de protección entre la cancha y las graderías. Se necesita, además, de la buena hospitalidad que ofrezcan los mandatarios locales y el Gobierno nacional, para cumplir a carta cabal con este certamen.

Colombia quedará inscrita en la historia desde hoy como la sede de la edición número 18 del Mundial Sub 20 de Fútbol, el segundo torneo de mayor importancia para la Fifa, después del campeonato de selecciones de mayores. El país, las ocho ciudades subsedes y sus estadios ya están listos para comenzar el torneo, en el que 24 selecciones de América, Europa, África, Asia y Oceanía lucharán por alcanzar la corona. Durante 23 días, todas las miradas apuntarán hacia Colombia y juzgarán no sólo el nivel de la competencia futbolística, sino el papel del país como anfitrión de la gran cita orbital.Colombia debe lucirse como país organizador del Mundial y la Fifa le dio su primer espaldarazo el miércoles pasado, cuando voceros de la entidad rectora escucharon el informe final de la Federación Colombiana de Fútbol en vísperas de que rueda el balón y dieron un parte de tranquilidad: “El país está listo para el Mundial”, fue la conclusión al término de la reunión.Y hasta hoy, el Comité Organizador Local parece haber dejado totalmente satisfecha a la Fifa en cuanto a sus exigencias sobre las obras en los estadios. Salvo el plazo extendido para los trabajos en el Pascual Guerrero de Cali, el cronograma se cumplió.El país quedó con al menos ocho estadios de primer nivel para organizar cualquier evento futbolístico, inclusive un Mundial de mayores, y ya se escuchan voces alentando al Gobierno nacional para que se lance en la búsqueda de una sede conjunta, quizás con Ecuador y Perú, para el campeonato del 2026.Esa es una probabilidad lejana. Lo cierto en este momento es que al país le llegó la hora de demostrar que está en capacidad de organizar un certamen de la categoría del Mundial juvenil, y de echar de una vez por todas al olvido aquel episodio de la década del 80, cuando renunció a ser sede del Mundial de mayores de 1986, que a la postre terminó realizando con lujo de detalles México.Pero para eso se necesita no sólo los buenos estadios que ya hay, sino el buen comportamiento de los colombianos en cada uno de los escenarios, que no cuentan con rejas de protección entre la cancha y las graderías. Se necesita, además, de la buena hospitalidad que ofrezcan los mandatarios locales y el Gobierno nacional, para cumplir a carta cabal con este certamen.En lo deportivo, el país tampoco puede quedarse atrás. El técnico vallecaucano Eduardo Lara y sus 21 jugadores deben demostrar que esta larga preparación que han tenido valió la pena y que Colombia no será simplemente un buen anfitrión, sino un digno rival en el campo.La fiesta está lista. A las 7:25 p.m. de hoy, antes del partido entre Brasil y Egipto en el estadio Metropolitano de Barranquilla, más de 2.000 bailarines, 620 grupos folclóricos y 140 músicos buscarán lucirse en el acto inaugural del Mundial. Durante 32 minutos, cientos de millones de personas del mundo entero podrán apreciar la riqueza folklórica y cultural de nuestro país.

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