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Un nuevo clima

"Al revisar las declaraciones de los ministros se puede encontrar algo que colombianos y ecuatorianos del común estaban esperando: el compromiso de enfrentar de manera conjunta los enemigos comunes, sin que ello implique involucrarse en los asuntos internos de los vecinos".

2 de marzo de 2011 Por:

"Al revisar las declaraciones de los ministros se puede encontrar algo que colombianos y ecuatorianos del común estaban esperando: el compromiso de enfrentar de manera conjunta los enemigos comunes, sin que ello implique involucrarse en los asuntos internos de los vecinos".

El pasado lunes se realizó en Bogotá una importante reunión de los ministros de Defensa de Colombia y Ecuador. Confirmando el cambio en las relaciones bilaterales y en la forma de pensar, los ministros ratificaron la decisión de unir esfuerzos para defender una frontera de los males que golpean a ambas naciones.La presencia del ministro Javier Ponce en Colombia indica que ya no hay duda del éxito rotundo que han tenido los esfuerzos por restablecer unas relaciones necesarias para ambas naciones. Es posible que el hecho de que se hayan superado las diferencias causadas por el ataque que dio de baja al segundo al mando de las Farc en territorio ecuatoriano, le han quitado el tinte polémico y nacionalista a las noticias sobre las relaciones entre los gobiernos, pasando a un lenguaje más protocolario, donde la pugnacidad y las actitudes polémicas se cambiaron por la cordialidad.Al revisar las declaraciones de los ministros se puede encontrar algo que colombianos y ecuatorianos del común estaban esperando: el compromiso de enfrentar de manera conjunta los enemigos comunes, sin que ello implique involucrarse en los asuntos internos de los vecinos. En ese nuevo clima de entendimiento, el ministro colombiano Rodrigo Rivera expresó: “Aunque el narcotráfico ocupó gran parte del análisis que hicimos, también evaluamos otras manifestaciones criminales como la migración ilegal, la minería ilegal, la trata de personas, el tráfico de armas, el contrabando e incluso el enrolamiento de personas, particularmente jóvenes, en grupos armados ilegales”. Por su parte, el ministro Ponce afirmó: “Para mí es muy importante esta cita en términos de que podamos dar pasos fundamentales para impulsar la cooperación en seguridad, en defensa, particularmente en territorios donde se reclama una acción permanente nuestra como es la frontera”. Un enfoque sin duda novedoso, que contrasta con la posición adoptada por el presidente Rafael Correa al inicio de su mandato.Y no es para menos: es verdad sabida que la frontera fue motivo de conflictos, al ser utilizada por los delincuentes como refugio, aprovechando la disparidad de criterios y la discordia de los gobernantes. Así, los narcotraficantes, las Farc y toda suerte de criminales aprovechaban esas diferencias para realizar sus fechorías, o para usar el territorio del Ecuador para evadir la persecución de las autoridades colombianas. Hoy, los gobiernos hablan de colaboración y de combate común a las causas de permanentes desacuerdos. Ya no es asunto de amenazar con demandas por hechos que, sin duda, deben ser investigados y resueltos. Ahora se reactivó la Comisión bilateral de Frontera, Combifron, donde las autoridades intercambian información y acuerdan estrategias para enfrentar enemigos comunes. Y es corriente registrar el encuentro de los más altos dignatarios de ambos gobiernos, para resolver problemas tan sensibles como los desplazados colombianos en el Ecuador o para celebrar convenios de intercambio comercial y cultural, de gran beneficio mutuo. Quizás por eso, el encuentro de los ministros de Colombia y Ecuador ya no causan tanto revuelo.

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