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Un discurso inspirador

Aquel hecho atroz conmovió al mundo y también a la sociedad paquistaní. Fue uno de los antecedentes más despreciables, entre muchos otros, que llevaron al gobierno de ese país y a sus aliados de Occidente a arreciar en la lucha contra los extremistas talibanes.

15 de julio de 2013 Por:

Aquel hecho atroz conmovió al mundo y también a la sociedad paquistaní. Fue uno de los antecedentes más despreciables, entre muchos otros, que llevaron al gobierno de ese país y a sus aliados de Occidente a arreciar en la lucha contra los extremistas talibanes.

El pasado viernes, una pequeña adolescente paquistaní, seria de expresión y ataviada con un llamativo shador rosado, hizo poner de pie y aplaudir conmovida a la plenaria de las Naciones Unidas. Malala Yusafzai es su nombre y ese día cumplía 16 años.Nacida en Swat, Paquistán, es conocida por su activismo a favor de los derechos civiles, especialmente de los derechos de las mujeres en el valle del río Swat, donde el régimen talibán prohibió la asistencia a la escuela de las niñas. A la edad de 13 años, Yúsafzai alcanzó notoriedad al escribir un blog para la BBC bajo el seudónimo Gul Makai, explicando su vida bajo el régimen del Talibán. Los talibanes obligaron al cierre de las escuelas privadas y se prohibió la educación de las niñas entre 2003 y 2009.La entonces niña de 13 años, notoria por su defensa del derecho a la educación para las mujeres se convirtió en un símbolo de la oposición al régimen oscurantista. Y en un objetivo del fanatismo religioso de esos extremistas. Hasta que en octubre de 2012 un hombre armado con fusil ingresó al bus que conducía a las niñas después de la jornada escolar y disparó contra Malala y dos de sus amigas. La bala entró en su cabeza por encima del ojo izquierdo rozándole el cerebro. Que esté con vida y saludable es un verdadero milagro médico que se le debe a cirujanos paquistaníes e ingleses.Aquel hecho atroz conmovió al mundo y también a la sociedad paquistaní. Fue uno de los antecedentes más despreciables, entre muchos otros, que llevaron al gobierno de ese país y a sus aliados de Occidente a arreciar en la lucha contra los extremistas talibanes. Vale la pena leer lo que dijo esta heroína de nuestro tiempo en la ONU:“Hoy me concentraré en los derechos de las mujeres y en educación porque son las que más sufren. Hubo un tiempo en el que las mujeres activistas le pidieron a los hombres que lucharan por sus derechos, esta vez lo haremos nosotras mismas. En la noche del 9 de octubre de 2012 el Talibán me disparó en la izquierda de mi frente. Le dispararon también a mis amigas”.“Ellos pensaron que nos iban a silenciar, pero fallaron. Y de su silencio surgieron miles de voces. Los terroristas pensaron que cambiarían mis objetivos y ambiciones. Pero nada ha cambiado en mi vida, excepto esto: la debilidad, el miedo y la falta de esperanza murieron, la fuerza, el poder y el ánimo, nacieron”.“Permítannos tomar nuestros libros y nuestros lápices. Son nuestras armas más poderosas. Un niño, un maestro, un libro y un lápiz, pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución. La educación primero”.Estas notables palabras de Malala se nos revelan más significativas cuando sabemos por un estudio publicado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura que el 70% de los 793 millones de personas analfabetas en el mundo son mujeres.Infortunadamente, el Medioevo aún existe para millones de mujeres y niñas en todo el planeta, con todo su fanatismo y violencia. Malala Yusafzai sobrevivió para recordárnoslo. Debiéramos guardar sus palabras en la memoria.

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