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Turismo y confianza

"Que hoy el mundo mire a Colombia como un destino para viajar, ya sea en plan de descanso o de negocios, o para invertir en el sector, es resultado de las políticas y las acciones de los últimos nueve años que le devolvieron la seguridad y confianza al país".

3 de marzo de 2012 Por:

"Que hoy el mundo mire a Colombia como un destino para viajar, ya sea en plan de descanso o de negocios, o para invertir en el sector, es resultado de las políticas y las acciones de los últimos nueve años que le devolvieron la seguridad y confianza al país".

A la recuperación de la confianza en Colombia se le puede endosar el crecimiento que ha tenido la industria del turismo en los últimos cinco años. Un renglón de la economía que aún está por consolidarse, necesita que se le entreguen los recursos suficientes para promover su desarrollo y que se brinden las garantías que atraigan la inversión necesaria para crecer el número de visitantes.Los resultados presentados esta semana en la Vitrina de Anato son sintomáticos del progreso alcanzado. En el 2011 llegaron al país tres millones de turistas extranjeros, un 7% más que en el 2010 y un millón más frente a los ingresos del 2006. La capacidad hotelera creció el año pasado en 3.000 habitaciones para completar una oferta de 15.500 y el sector generó 360.000 empleos directos. La industria del turismo movió $2.800 millones de dólares por viajes y transporte. Que hoy el mundo mire a Colombia como un destino para viajar, ya sea en plan de descanso o de negocios, o para invertir en el sector, es resultado de las políticas y las acciones de los últimos nueve años que le devolvieron la seguridad y confianza al país. De la mano han surgido campañas como ‘Vive Colombia, viaja por ella’ con la cual se incentivó el turismo interno, y ‘Colombia es Pasión’, que muestra en el exterior su riqueza turística y promueve sus atractivos. El reto es mantener ese interés, proponer nuevas opciones e incentivar la llegada de inversores que permitan montar la infraestructura con la cual la Nación sea competitiva en el concierto internacional. Para eso hay que mirar más allá de Cartagena y Bogotá, que tienen reconocidos y sobrados méritos para ser hoy los destinos preferidos de extranjeros y locales. Cali, por ejemplo, que ha visto ampliar su oferta hotelera, cuenta con uno de los más completos centros de convenciones del país, tiene un clima ideal y está en un departamento privilegiado por sus paisajes, por su cercanía al mar y por su interconexión vial, no logra aún el despegue de la industria del turismo. No sólo se requiere inyectar más recursos sino ver en el turismo un proyecto de región. La ciudad y el Valle del Cauca saben ofrecer servicios y tienen en ese renglón de la economía un potencial importante, generador de empleo e impulsor del desarrollo cultural. Como lo tiene el resto del país en sus 1,2 millones de Kilómetros cuadrados, con sus dos mares, y sus reservas y recursos naturales. Que si bien se tienen que proteger y preservar, también se deben mirar desde la perspectiva de un desarrollo sostenido que los haga atractivos turísticamente. Hoy Colombia es interesante para el resto del mundo, incluida su industria del turismo. Y para crecerla y consolidarla se necesita una mejor infraestructura, una verdadera cultura del servicio y mayor oferta hotelera, gastronómica y comercial. Si se quieren alcanzar las metas propuestas para el 2014, que incluye llegar a cuatro millones de visitantes extranjeros, hay que mantener la confianza en el país, es su seguridad y en su solidez económica.

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