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TLC: ¿Ya casi?

"Se espera que el TLC sea aprobado por el Congreso de los Estados Unidos antes del próximo 31 agosto, como lo ofreció el presidente Obama y como confía nuestro mandatario Juan Manuel Santos. Será la manera de restaurar la credibilidad de unas relaciones que han sido mal interpretadas durante los cinco años que el Tratado ha estado listo para su operación".

21 de junio de 2011 Por:

"Se espera que el TLC sea aprobado por el Congreso de los Estados Unidos antes del próximo 31 agosto, como lo ofreció el presidente Obama y como confía nuestro mandatario Juan Manuel Santos. Será la manera de restaurar la credibilidad de unas relaciones que han sido mal interpretadas durante los cinco años que el Tratado ha estado listo para su operación".

Por enésima vez en los últimos cinco años, miembros del Gobierno Nacional y conocedores de la política interna de los Estados Unidos afirman que ya están dadas las condiciones para que el Congreso de ese país apruebe el Tratado de Libre Comercio con Colombia. Es de esperar ahora que ésta sea la vencida, con lo cual podrán aclararse las dudas que sobre la profundidad de las relaciones entre los dos países han venido sembrando los hechos que han impedido ese último trámite. Desde un principio se ha sabido que el gran enemigo de esa aprobación ha estado siempre en las diferencias internas de la política estadounidense. Aduciendo argumentos tan exóticos a las relaciones internacionales como la protección a líderes sindicalistas, el Partido Demócrata pretendió disfrazar la presión de las uniones de trabajadores que conforman el grueso de su clientela. Presión que se dirigía a protestar contra los efectos que en el empleo ha producido la apertura impulsada por el expresidente George W. Bush y su Partido Republicano a través de los TLC, y a impedir que la competencia de mano de obra barata siguiera desmantelando empresas en su país.Ese lenguaje difuso ha sido el mayor enemigo para que el tratado con Colombia tuviera un final feliz, después del triunfo demócrata en las elecciones legislativas de hace tres años. Pese a los discursos del presidente Barack Obama que alaban a nuestra Nación y la reconocen como aliada de los Estados Unidos, lo cierto es que su administración y su partido congelaron su aprobación durante varios años. Incluso, la iniciativa de los Andeas, o Atpdea, expiró en forma melancólica el pasado febrero, afectando duramente a nuestros exportadores.De pronto, motivados por la necesidad de impulsar las exportaciones para generar empleo y reconociendo como eficaces a los TLC que antes estigmatizaban, los demócratas y el Presidente se presentan como abanderados de los tratados que antes hundieron en la incertidumbre. El último obstáculo es la negociación sobre una ley que indemnice a los trabajadores estadounidenses que pierdan sus empleos a causa de la apertura comercial. Después de superado ese escollo, el TLC será una realidad según el presidente Obama y la ya interminable fila de funcionarios de su gobierno que vienen a pedir paciencia y a explicar por qué nos consideran sus mejores amigos.Se espera que el TLC sea aprobado por el Congreso de los Estados Unidos antes del próximo 31 agosto, como lo ofreció el presidente Obama y como confía nuestro mandatario Juan Manuel Santos. Será la manera de restaurar la credibilidad de unas relaciones que han sido mal interpretadas durante los cinco años que el Tratado ha estado listo para su operación. Porque Colombia no se merece el tratamiento que ha tenido hasta ahora un acuerdo que fue negociado durante varios años, en el cual aceptó muchas de las exigencias de su contraparte y confió en ella, en tanto los Estados Unidos le ha dado un manejo que desdice de sus supuestas consideraciones sobre nuestro país, además de cubrir las razones clientelistas que han impedido su perfeccionamiento.

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