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Terror contra la libertad

"Es de esperar la solidaridad mundial con el periodismo francés, y una rápida captura y condena de los autores de la barbarie. Es el momento de impedir que la prensa libre sea la víctima elegida por quienes tienen en el silencio su escudo para imponer la intolerancia".

8 de enero de 2015 Por:

"Es de esperar la solidaridad mundial con el periodismo francés, y una rápida captura y condena de los autores de la barbarie. Es el momento de impedir que la prensa libre sea la víctima elegida por quienes tienen en el silencio su escudo para imponer la intolerancia".

Doce personas, entre ellas dos policías y varios dibujantes reconocidos, perdieron la vida ayer en un ataque con fusiles de asalto y lanzacohetes perpetrado contra la sede en París del semanario satírico francés ‘Charlie Hebdo’.Entre los muertos figuran reconocidos humoristas gráficos, como Cabu, Wolinski, Charb y Tignous. El presidente de Francia, François Hollande, se trasladó de inmediato a la sede de la revista, donde condenó el “atentado terrorista” de “excepcional barbarie”.El ataque fue fulminante. Antes de ejecutar la sangrienta matanza, los hombres encapuchados se subieron a bordo de un vehículo, gritando “hemos matado a Charlie Hebdo”, “¡Hemos vengado al profeta Mohamed!” y “¡Alá es grande!”.El ataque tiene un alto valor simbólico. Esta publicación, creada en 1970, es conocida por el tono anarquista de sus dibujantes gráficos. Y se convirtió en noticia cuando en el 2006 publicó junto a otros periódicos europeos las caricaturas de Mahoma que desataron la indignación del mundo islámico.Desde aquel día, Charlie Hebdo era blanco de amenazas. Su sitio había sido hackeado por grupos islamistas y su sede fue destruida en noviembre de 2011 por un incendio criminal justo después de publicar una caricatura de Mahoma. Según el abogado de la publicación “Hace ocho años que vivíamos bajo amenazas, estábamos protegidos pero no hay nada que se pueda hacer contra unos bárbaros que irrumpen con kalashniko”. “Es un semanario que no ha hecho más que defender la libertad de expresión, o simplemente la libertad”, dijo el abogado, con lo cual definió con precisión el objetivo final de los terroristas. Es ese valor que hace posible la existencia de una democracia, y que a su vez es el gran enemigo del oscurantismo con el cual se imponen las doctrinas extremas.En su último número la revista publicaba una portada con una caricatura del escritor Michel Houellebecq, autor de la novela ‘Sumisión’ que imagina a una Francia musulmana. Pese a las amenazas, la publicación se mantuvo fiel a su línea editorial. “Somos provocadores, pero no sólo con el Islam”, había afirmado Charb, su asesinado director.La revista pertenece a una larga tradición del periodismo francés que se remonta a los días previos de la Revolución Francesa cuando se publicaban caricaturas obscenas para ridiculizar a la familia real. Es la sátira descarnada que en el caso de Charlie Hebdo es especialmente procaz cuando se refiere al catolicismo.Pero es una tradición de libertad de expresión particularmente cara para el pueblo francés. El más tolerante de todos los europeos al recibir en su seno a familias de emigrantes de países árabes y trabajadores musulmanes. Ahora, el fundamentalismo ha herido la libertad, esencia de esa Francia tolerante.Es de esperar la solidaridad mundial con el periodismo francés, y una rápida captura y condena de los autores de la barbarie. Es el momento de impedir que la prensa libre sea la víctima elegida por quienes tienen en el silencio su escudo para imponer la intolerancia.

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