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"El referendo responde al deseo de los nacionalistas catalanes, que se ha manifestado de diferentes maneras y que alcanzó su punto más álgido durante la guerra civil española. Sin embargo, nunca ha sido claro si esta aspiración representa la voluntad de la mayoría en Cataluña".

29 de septiembre de 2014 Por:

"El referendo responde al deseo de los nacionalistas catalanes, que se ha manifestado de diferentes maneras y que alcanzó su punto más álgido durante la guerra civil española. Sin embargo, nunca ha sido claro si esta aspiración representa la voluntad de la mayoría en Cataluña".

A finales de la semana pasada Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, firmó el decreto para constituir una consulta soberana de autodeterminación, a realizarse el 9 de noviembre. Lo cual implica el inicio del proceso para preguntar a los catalanes sobre su futuro con respecto a la relación con España. El referendo responde al deseo de los nacionalistas catalanes, que se ha manifestado de diferentes maneras y que alcanzó su punto más álgido durante la guerra civil española. Sin embargo, nunca ha sido claro si esta aspiración representa la voluntad de la mayoría en Cataluña.Las aspiraciones autonómicas en España son antiguas por la presencia de conglomerados que cuentan con sus propias lenguas, tradiciones y costumbres, y vieron represada su independencia por la unión de los reinos de Castilla y Aragón para luchar contra la dominación musulmana en la península durante el Siglo XV. Estas estallaron en Juntas Autonómicas Provinciales cuando el ejército de Fernando VII fue derrotado por las fuerzas napoleónicas en 1810. Se considera que España existe por la unión histórica de castellanos y catalanes a lo largo de 5 siglos, hasta el punto que la constitución española reconoce a Cataluña como una “nacionalidad histórica”.Por su antigüedad, las aspiraciones independentistas en España son similares a las que existen en el Reino Unido. También en número de pobladores, PIB total y alto grado de autonomía, aunque Escocia cuenta con mayor autonomía fiscal. Pero difieren en que España es un Estado unitario con una constitución común mientras que el reino Unido no cuenta con constitución escrita y depende de la “unión voluntaria” de varios países.La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, lamentó “profundamente” la firma del decreto y aseguró que la consulta “no se va a celebrar porque es inconstitucional”. Y agregó, “Lamentamos profundamente y consideramos que es un error la iniciativa del presidente de la Generalitat. Fractura a la sociedad catalana, divide a los catalanes, les aleja de Europa y del sentir de los tiempos”.Tampoco ayuda la complejidad del proceso catalán. El decreto cuenta con seis puntos y una disposición final a través de los cuales se explican los objetivos, las preguntas y los plazos. El documento fija la fecha del domingo 9 de noviembre. Las preguntas son: “¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado?”. Y, en caso afirmativo: “¿Quiere que este Estado sea independiente?”.Escocia demostró que una cosa es lo que quiere el pueblo y otra los dirigentes políticos cuyo prestigio se apoya en nacionalismos que no responden a la voluntad ciudadana, y no les explican a sus pueblos el costo que significa la separación. Por eso, y antes que envolatarse en consideraciones jurídicas, a los catalanes hay que ofrecerles la oportunidad de decir lo que piensan. Es decir, expresar si quieren seguir siendo parte de España, reforzando los lazos que han llevado a que su comunidad progrese, así haya que pagar algún costo. Con lo cual liquidarán la manipulación permanente de quienes se hacen fuertes amenazando con separatismos.

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