El pais
SUSCRÍBETE

Revaluación y especulación

13 de octubre de 2010 Por:

puede hablarse de la tendencia casi irrefrenable del Estado a endeudarse en moneda extranjera para después presionar el mercado cambiario, cuando debe convertir en pesos esos recursos.

El problema más notorio en la economía colombiana hoy es la revaluación del peso y la aparente incapacidad de las autoridades monetarias y fiscales para detener la tendencia. La gran pregunta está en cómo combatirla, para impedir que siga golpeando a los sectores productivos, afectando las posibilidades de generar empleo mientras incentiva el consumo de bienes importados que compiten con los nacionales en condiciones ampliamente ventajosas.Para entender el asunto hay que mirar algunas de sus causas. Está en primer lugar la recuperación de la confianza en el país, que ha generado una importante llegada de inversión de largo plazo, en especial en sectores como la minería, los hidrocarburos y algunos otros aspectos de la economía que son beneficiados por la inyección de recursos venidos del extranjero. Pero junto a esos inversionistas están los especuladores, aquellos que invierten fugazmente en Colombia, en especial en el mercado accionario, recogen utilidades apreciables en corto plazo y se retiran rápidamente.También puede hablarse de la tendencia casi irrefrenable del Estado a endeudarse en moneda extranjera para después presionar el mercado cambiario, cuando debe convertir en pesos esos recursos. O el aprovechamiento que están haciendo muchas empresas privadas, que prefieren endeudarse a bajo costo en los mercados internacionales a tomar créditos caros como los que ofrece el sistema financiero colombiano.De otra parte, la inusitada dinámica que se ha apoderado del mercado de valores, ha llevado a que la Bolsa de Valores registre uno de los más grandes índices de crecimiento del mundo, subiendo más de un 30% desde enero a lo que va de octubre, y llevando a que el valor de las empresas cuyas acciones se cotizan en la bolsa llegue a ser casi equivalente al PIB, según analistas. Más notorio aún es que las operaciones diarias superan los $200.000 millones en los últimos días, por lo cual, la valorización desde julio 31 a la fecha supera el 23%. Esas cifras son razones suficientes para pensar que allí están operando los llamados capitales golondrina.Pero no es menos complejo el asunto en el plano internacional. No es desconocido que en medio de las dificultades que padecen las economías de los Estados Unidos y Europa, la devaluación se ha convertido en herramienta para mejorar la competitividad de sus empresas, mientras las tasas de interés casi inexistentes tratan de incentivar su demanda. Con lo cual pretenden combatir el desempleo que golpea a sus sociedades, aumentando a su vez la capacidad de consumo.En todo ese contexto, y aún aceptando que la gobalización ha borrado las barreras con las cuales se protegían las economías de fenómenos como los que hoy tienen lugar, parece imposible que las autoridades colombianas carezcan de recursos para enfrentar la amenaza a los sectores productivos. Y que nuestra economía parezca un corcho en la mitad del remolino, incapaz de impedir los daños que le causa una revaluación producida en gran parte por la especulación financiera que beneficia a unos pocos.

AHORA EN Editorial