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Promesas de campaña

En menos de 48 horas, el gobierno de Donald Trump tomó dos decisiones contra Irán que contradicen el espíritu de los acuerdos logrados hace dos años. Es otro intento del Presidente de Estados Unidos por cumplir con sus promesas de campaña.

20 de julio de 2017 Por: Editorial .

En menos de 48 horas, el gobierno de Donald Trump tomó dos decisiones contra Irán que contradicen el espíritu de los acuerdos logrados hace dos años. Es otro intento del Presidente de Estados Unidos por cumplir con sus promesas de campaña.

Luego de certificar ante el Congreso que Teherán estaba cumpliendo con el acuerdo nuclear firmado en el 2015, el Departamento de Estado sancionó a 18 entidades y personas vinculadas al programa de misiles del país persa y la Guardia Revolucionaria, su fuerza de seguridad élite. Un día después, en su informe anual sobre grupos extremistas sindicó a Irán como “el principal Estado patrocinador del terrorismo”.

Durante su campaña, el hoy presidente Trump rechazó de forma vehemente el acuerdo con Irán y estas decisiones parecen encaminadas a dar el sostén para anular lo pactado hace dos años. Para el nuevo gobierno, el régimen de los ayatolás es el principal factor de inestabilidad en la región y lo acusa de apoyar organizaciones terroristas como Hamas y Hezbolá, sostener las atrocidades del presidente sirio Bashar Al-Assad y amenazar la navegación en el Mar Rojo.

El mensaje fue contundente. “Estados Unidos mantendrá el uso de sanciones contra aquellos que den apoyo a las actividades desestabilizadoras de Irán y por encima de todo no permitirá que adquiera el arma nuclear”.

Las reacciones no se hicieron esperar. Irán rechazó las medidas y dijo que impondrá sanciones en contrapartida “a nuevos individuos y entidades de Estados Unidos que hayan actuado contra el pueblo iraní y otros pueblos musulmanes”. Además el gobierno iraní aseguró que la decisión de Washington “va en contra del espíritu e incluso de la letra del acuerdo nuclear” alcanzado entre Irán y el grupo conformado por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania.

Por su parte, China advirtió que “todas las partes tienen la responsabilidad de salvaguardar y cumplir el acuerdo nuclear”. A través de su Cancillería, el gobierno alabó el acuerdo y le envió un salvavidas a Irán al advertir que cumple su parte con seriedad y trata de aplicar las medidas para reforzar la cooperación económica y comercial.

Ahora la expectativa está puesta en la reacción de Rusia, que tiene excelentes relaciones con Irán. Ambos países son el sostén del régimen Sirio y una salida política a la guerra en este país parece complicarse.
Como van las cosas es de esperar que el frágil acuerdo de un alto al fuego en Siria, alcanzado por Trump y Putin en la cumbre del G-20, se rompa en los próximos días. Y es previsible que Washington abandonará el acuerdo alcanzado con Irán.

Esto ahondará las diferencias con los países que firmaron el pacto y que ya mostraron su molestia por la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París sobre cambio climático. Tampoco el régimen iraní está dispuesto a renegociar el acuerdo, por lo tanto el escenario en el Medio Oriente promete subir de tensión.

Y en Estados Unidos existe preocupación sobre lo que pueden significar las promesas de campaña electoral para la presencia de su país ante el mundo.

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