Pesadilla en Venezuela

El regreso al poder en Venezuela de Diosdado Cabello, el segundo hombre del chavismo, es como una pesadilla que no termina nunca para el vecino país. Este exmilitar, antiguo hombre de confianza de Hugo Chávez, es uno de los miembros del régimen más implacables contra la oposición, la prensa y los activistas de derechos humanos.

Su regreso ha sido cuestionado duramente por la comunidad internacional y la oposición venezolana, que percibe en el retorno de Cabello una estrategia para concentrar aún más los poderes y perseguir con mayor inquina a quienes no se pliegan a los designios del presidente Nicolás Maduro.

Tras ser designado como presidente de la Asamblea Nacional Constituyente en sustitución de Delcy Rodríguez, quien a su vez pasó a ser vicepresidenta del país, Cabello encarna la radicalización del régimen y refleja la decisión del gobierno de reestructurar el poder político para abarcar todas las instituciones posibles. Sus primeras palabras sonaron como una amenaza a los opositores. “Y si vamos a un nuevo comienzo, vamos a un nuevo comienzo. Yo tengo mi estilo, mi estilo de hacer y mi estilo de sentir”, dijo en medio de la algarabía de los oficialistas.

El segundo hombre del chavismo ha sido un personaje sombrío, que esquivó durante mucho tiempo las sanciones internacionales. Sin embargo, ya fue incluido en las listas negras de Estados Unidos y de la Unión Europea. Cabello ha sido vinculado con carteles del narcotráfico y con la corrupción en Venezuela. Recientemente, medios de comunicación de Costa Rica revelaron que la Fiscalía de su país recibió un informe desde Estados Unidos sobre el presunto lavado de dinero realizado en el país centroamericano por una persona muy cercana al nuevo presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.

Sus intenciones de cooptar la prensa libre quedaron evidenciadas con la decisión de un juez oficialista que condenó a pagar una multa de 1.000 millones de bolívares al diario El Nacional para resarcir supuestas injurias y calumnias contra Cabello. Ahora el hombre fuerte del chavismo sueña con que la cuestionada Justicia venezolana le entregue la propiedad de uno de los pocos medios que no había caído bajo la presión y control del Socialismo del Siglo XXI.

El retorno de Cabello coincide con la denuncia de la ONU sobre la represión que ejerce el chavismo y las “graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela”. El informe revela que los abusos de las fuerzas policiales y del Servicio Bolivariano de Inteligencia se entremezclan con el control casi absoluto que el aparato chavista ejerce sobre la población, la consecuencias de la crisis alimentaria y una hiperinflación que no tiene freno.

Por eso, más que una hoja de vida este parece el prontuario de un hombre que regresa al poder después de tres años de haber presidido con mano de hierro la Asamblea Nacional. Seguramente Cabello vuelve a terminar la tarea y a tratar de mantener un régimen que se marchita sin importarle que su pueblo se hunda en la miseria.
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