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Paso a paso

El compromiso colombiano es reducir en un 20% su emisión de gases que afectan la capa de ozono. Lo debe hacer en 14 años, o antes si es posible, para que sus propósitos tengan un efecto real y se contribuya con la estabilización climática y ambiental de la Tierra.

1 de octubre de 2016 Por:

El compromiso colombiano es reducir en un 20% su emisión de gases que afectan la capa de ozono. Lo debe hacer en 14 años, o antes si es posible, para que sus propósitos tengan un efecto real y se contribuya con la estabilización climática y ambiental de la Tierra.

La ratificación del Acuerdo de París es el siguiente compromiso que tiene Colombia con el cambio climático. Cumplir ese trámite le dará la posibilidad de participar en las decisiones que se tomen, además de obtener beneficios para sus propósitos ambientales.Aprobado en primer debate el Proyecto de Ley, ahora debe surtir el resto del trámite legislativo, para que pase a sanción presidencial y se someta a consideración de la Corte Constitucional. Lo ideal es que quede listo antes de finalizar el año y Colombia esté entre los primeros países que ratifican el Acuerdo y suman el 55% de las emisiones de gases contaminantes. Una vez se alcance esa cifra estará en vigencia lo pactado en diciembre del 2015 en la capital francesa.Más allá de esa formalidad, lo importante son los avances que haga la Nación para cumplir su cuota prometida. Si bien el país es de los que menos aporta gases de efecto invernadero a la atmósfera, apenas el 0,41% del total de emisiones, al ser el segundo con mayor biodiversidad del mundo siente más las consecuencias del cambio climático. Por eso es importante que se convierta en ejemplo para el resto del Planeta y lidere las acciones para evitar que la temperatura en la Tierra suba más de dos grados centígrados en las próximas décadas.El compromiso colombiano es reducir en un 20% su emisión de gases que afectan la capa de ozono. Lo debe hacer en 14 años, o antes si es posible, para que sus propósitos tengan un efecto real y se contribuya con la estabilización climática y ambiental de la Tierra. Ya hay diez acciones definidas que deberían estar funcionando, con un costo anual de $3,1 billones equivalente al 0,4% del Producto Interno Bruto. Si bien hay avances importantes, el camino se vislumbra largo y pedregoso. Ya, por ejemplo, se han delimitado 10 páramos nacionales pero aún faltan otros 26. También se han ampliados las zonas de reserva natural como la de Chiribiquete o más recientemente del santuario marino de Malpelo, pero falta mucho para cumplir la meta de 2,5 millones de hectáreas más de zonas protegidas. Por su parte ministerios como los de Hacienda y Salud han formulado sus Planes Sectoriales de Adaptación, mientras otros como Agricultura, Transporte, Minas, Comercio y Medio Ambiente, están en etapa de concertación con los sectores de su competencia para definir sus acciones de mitigación. Sin ese proceso será difícil reducir la emisión de gases que se genera en Colombia principalmente por la deforestación y el mal uso de los suelos, por el impacto que tiene la agricultura o por la contaminación que causa el uso de combustibles fósiles en el transporte y la industria.Sobre la acción más importante, la de educar a los colombianos, los avances parecen lentos. Es ahí donde juegan un papel significativo los nodos regionales, nueve en total, donde participan gobiernos, entidades ambientales, gremios y comunidad. Si se logra que la población entienda su rol en la protección de los recursos naturales, se habrá dado el paso final hacia el cumplimiento de los compromisos de Colombia con el medio ambiente mundial.

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