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Para rescatar al Valle

"Aunque no es fácil llamar a una votación caudalosa ante los hechos que han destruido la credibilidad de la política en la región, lo cierto es que hoy hay que votar para que no sean la abstención y la indiferencia, los factores que definan la suerte de la Gobernación".

1 de julio de 2012 Por:

"Aunque no es fácil llamar a una votación caudalosa ante los hechos que han destruido la credibilidad de la política en la región, lo cierto es que hoy hay que votar para que no sean la abstención y la indiferencia, los factores que definan la suerte de la Gobernación".

Cumpliendo con el deber de elegir un Gobernador que rija los destinos de su Departamento durante los próximos tres años y seis meses, los vallecaucanos se acercarán a las urnas a expresar su opinión democrática. Aunque no es fácil llamar a una votación caudalosa ante los hechos que han destruido la credibilidad de la política en la región, lo cierto es que hoy hay que votar para que no sean la abstención y la indiferencia, los factores que definan la suerte de la Gobernación. Sin duda, los vallecaucanos tienen muchas razones para pensar en la inutilidad de las elecciones. La historia reciente, cuando hemos tenido siete gobernadores en menos de ocho años, indica que el proceso electoral ha llevado a decisiones nefastas para las instituciones de gobierno departamental. Dos gobernadores destituidos, la corrupción rampante y la ruina de las finanzas regionales son razones de peso para alejar a la gente de las urnas, ante la manipulación y el abuso que se ha cometido con la democracia para imponer un régimen en el cual sólo importa el enriquecimiento de unos pocos y se desconoce las necesidades de quienes habitan la comarca. Sin embargo, la manera de derrotar ese régimen y de recuperar el camino correcto es precisamente la democracia. Así se podrá exigir que no se repitan los fracasos y los escándalos promovidos y protagonizados por personajes como Juan Carlos Abadía y Héctor Fabio Useche, éste último destituido en menos de cuatro meses. El Valle es mucho más que eso, y ya debe haber aprendido la lección que deja el caer en las trampas populistas que dividen a la sociedad y usan las carencias y necesidades de algunos para llegar al poder y arrasar con los más elementales principios de la decencia.Superar ese desapacible período es entonces la tarea por hacer en estas elecciones atípicas que deben celebrarse ante la destitución de Useche. Para ello, tres ciudadanos han propuesto sus nombres, y han realizado una campaña corta. Ellos han cumplido con los requisitos que exige la ley. Ahora les corresponde a los vallecaucanos escoger la opción que consideren adecuada para superar el difícil momento que atraviesa el Valle. Dentro de las opciones está también el voto en blanco como alternativa para protestar contra las malas prácticas que se tomaron la política regional. Opción válida y legítima que, de conseguir el 50% más un voto del total de sufragios, obligaría a llamar a unas nuevas elecciones en un plazo de seis meses. Eso lo dice la Corte Constitucional en la sentencia C-490 de 2001. Reconociendo que es la oportunidad para expresar el rechazo a lo que ha ocurrido y nuestro deseo de cambiar la política en nuestro departamento, los vallecaucanos también debemos pensar qué tanto estamos dispuestos a seguir en la interinidad y en un proceso electoral permanente.Las elecciones de hoy tienen entonces un significado profundo, como la oportunidad de cambiar el manejo de nuestro departamento. Por eso hay que salir a votar. Lo reclama la necesidad de recuperar la decencia y los principios de la buena administración en el manejo de nuestro Valle.

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