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¿Para qué el paro?

"La gran pregunta es si el paro de ahora sirve para resolver los problemas del sector agrario, o si se trata de un movimiento dirigido a aprovechar la coyuntura electoral y las aspiraciones del presidente Juan Manuel Santos por ser reelegido. Y si los promotores del movimiento no son conscientes de que hay sectores como la guerrilla o algunos movimientos políticos, interesados en crear climas de confrontación e intranquilidad".

30 de abril de 2014 Por:

"La gran pregunta es si el paro de ahora sirve para resolver los problemas del sector agrario, o si se trata de un movimiento dirigido a aprovechar la coyuntura electoral y las aspiraciones del presidente Juan Manuel Santos por ser reelegido. Y si los promotores del movimiento no son conscientes de que hay sectores como la guerrilla o algunos movimientos políticos, interesados en crear climas de confrontación e intranquilidad".

A dos días de iniciado, el paro promovido por algunas organizaciones y gremios del sector agrícola se mantiene, mientras el Gobierno se empeña en adelantar los diálogos necesarios para lograr que los promotores levanten la medida. Sin embrago, la pregunta que se hace el resto de los colombianos, la inmensa mayoría de la Nación, sigue siendo la misma: ¿Qué busca el paro?La causa del movimiento no es difícil encontrarla. Durante muchos años, el sector campesino que no tiene gremios que lo representen, ha sufrido las consecuencias de decisiones oficiales que han desconocido su importancia en el tejido social, fijando políticas que les dan prioridad a las ciudades. Como consecuencia, el campo colombiano presenta los peores índices de atraso y de ausencias del Estado, lo que lo ha convertido en foco importante de conflictos y causa permanente de la violencia.Desde esa perspectiva, está claro que el asunto es de orden social, económico y político en la medida en que los agricultores, grandes, medianos y pequeños son los encargados de ejercer la soberanía en todo el territorio nacional. En ese orden de ideas, la solución debe ser estructural y no se encuentra en políticas asistencialistas que si bien ayudan, no resuelven la raíz de los problemas. Mucho menos, cuando la integración internacional que genera riesgos para quienes viven del campo en Colombia no es respondida con medidas adecuadas para hacer competitivos a los agricultores y campesinos, tanto en los mercados nacionales como en los internacionales. Así las cosas, la gran pregunta es si el paro de ahora sirve para resolver esos problemas, o si se trata de un movimiento dirigido a aprovechar la coyuntura electoral y las aspiraciones del presidente Juan Manuel Santos por ser reelegido. Y si los promotores del movimiento no son conscientes de que hay sectores como la guerrilla o algunos movimientos políticos, interesados en crear climas de confrontación e intranquilidad. Al menos así lo han dado a entender personas como el Fiscal General de la Nación o el Ministro de Defensa, quienes aseguran que tanto las Farc como el ELN están tratando de capitalizar la protesta. Además, está claro que las autoridades hacen esfuerzos por cumplir los compromisos adquiridos el pasado octubre, con ocasión del paro anterior. Y aunque no ha cubierto el 100% de las peticiones, el avance logrado es notorio. De otra parte, el Gobierno ha estado abierto al diálogo y a la negociación, usando la Fuerza Pública de manera cuidadosa para evitar un colapso que causaría un daño irreparable para toda la sociedad colombiana.Entonces, ¿para qué un paro en estos momentos? Esa es la inquietud de millones de colombianos, incluidos muchos de los dirigentes campesinos que formaron parte de la protesta de septiembre de 2013. Por supuesto, el campo debe ser atendido con decisiones que, además de subsidios en ocasiones necesarios, ofrezca salidas, estabilidad y mecanismos para defender a los agricultores y campesinos. Pero los reclamos no tendrán por ahora el respaldo nacional si sus dirigentes siguen empeñados en plantear una confrontación política y oportunista.

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