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NO al secuestro

Lo ocurrido con el exgobernador del Chocó Patrocinio Sánchez es la demostración del desprecio a la dignidad del ser humano: Secuestrado hace más de tres años, su vida estuvo en peligro: agotamiento, desnutrición, problemas de salud y el maltrato permanente, fueron la constante del suplicio al que fue condenado.

29 de abril de 2016 Por:

Lo ocurrido con el exgobernador del Chocó Patrocinio Sánchez es la demostración del desprecio a la dignidad del ser humano: Secuestrado hace más de tres años, su vida estuvo en peligro: agotamiento, desnutrición, problemas de salud y el maltrato permanente, fueron la constante del suplicio al que fue condenado.

Canjes de hermanos para garantizar el pago de un rescate, y la continuidad del secuestro de seres humanos como fuente de enriquecimiento. Cabe preguntar si quienes como los integrantes del ELN continúan con esas prácticas son sinceros al plantear un proceso de paz.Lo ocurrido con el exgobernador del Chocó Patrocinio Sánchez es la demostración del desprecio a la dignidad del ser humano: Secuestrado hace más de tres años, su vida estuvo en peligro: agotamiento, desnutrición, problemas de salud y el maltrato permanente, fueron la constante del suplicio al que fue condenado.Y como quiera que la familia del secuestrado no pudo satisfacer las extorsiones de sus plagiarios, el recurso fue cambiarlo por su hermano Odín. Ahora es él quien deambula por la selva, encadenado y sufriendo los horrores de un cautiverio inhumano, mientras el ELN se niega a devolverlo a la libertad. Y en un gesto admirable, el exgobernador afirma que los diálogos deben continuar a pesar de que su hermano está siendo sometido a la tortura.Mientras eso ocurre, el ELN impone toda clase de condiciones para entablar un diálogo, uno más, dirigido a terminar con su violencia. No hay nada en sus palabras que indique una voluntad sincera de terminar con esas prácticas criminales en las cuales los seres humanos son usados como mercancías, expuestos a los peores vejámenes para obtener la más alta utilidad económica.Es claro que la sociedad colombiana ha rechazado el secuestro sin duda alguna. Por lo cual no parece aceptable que se siga dialogando con un grupo armado ilegal que dice buscar la paz, cuando personas como Odín Sánchez, también exgobernador y dirigente político del Chocó, son sometidos a la tortura, sus derechos humanos desconocidos y su familia extorsionada, obligada a pagar un rescate a cambio de su libertad o de su vida.Por eso, el Gobierno no puede permitir que la negociación con el ELN continúe su curso mientras un número desconocido de personas padece la esclavitud de un secuestro a manos de ese grupo. Se dirá que el diálogo es para terminar con esa práctica inhumana e inmoral. Sin embargo, lo que se está presentando es una extorsión a toda la sociedad, que no tiene ninguna justificación.Hoy, después de tantos esfuerzos que se han hecho por recuperar la tranquilidad de los colombianos, sería un gran error aceptar el chantaje que pretende imponer el ELN mediante la continuación del secuestro. Ni siquiera el bien supremo de la paz puede justificar que se acepte un crimen de lesa humanidad rechazado en todo el mundo, mientras se entablan ceremoniosas mesas de diálogos en las cuales se negocia el supuesto fin del conflicto.Este no es sólo un asunto entre el Gobierno y un grupo armado ilegal, sino una afrenta contra toda la Nación. Por eso, que los miembros del ELN liberen al señor Odín Sánchez y a todos los secuestrados, debe ser una exigencia irrenunciable para continuar, o siquiera establecer, cualquier diálogo. Y mientras eso ocurre, es deber de las autoridades seguir combatiendo a los secuestradores y buscando la liberación incondicional de sus víctimas.

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