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Los retos del Valle

"La labor más importante será el devolverle al Departamento la credibilidad como representante de los vallecaucanos. Para ello, el Gobernador elegido el pasado 1 de julio cuenta con el respaldo de casi todas las fuerzas políticas regionales".

28 de diciembre de 2012 Por:

"La labor más importante será el devolverle al Departamento la credibilidad como representante de los vallecaucanos. Para ello, el Gobernador elegido el pasado 1 de julio cuenta con el respaldo de casi todas las fuerzas políticas regionales".

Difícil año fue el 2012 para el departamento del Valle. Las crisis políticas permanentes, los escándalos de corrupción, clientelismo y desgreño administrativo lo sumieron en un estado de quiebra y descrédito tal, que la tarea del gobernador Ubeimar Delgado en los tres años que le quedan de mandato serán reconocidos si su gobierno logra sacar del hueco en que se encuentra una entidad que fue modelo en la atención de las necesidades de los vallecaucanos. Cuatro gobernadores en menos de tres meses y los ojos de toda la Nación pendientes del desenlace de los sucesivos escándalos fueron los testimonios que dejaron los partidarios del grupo político encabezado por Juan Carlos Martínez y Juan Carlos Abadía. El 2012 empezó con la posesión de Héctor Fabio Useche, a quien la herencia de escándalos e irregularidades que quedaron de Abadía y de su paso por la secretaría de salud, le auguraban un breve mandato. Fue el legado dejado por sus jefes que bajo denominaciones como el PIN, el PAN, o el MIO manipularon la política regional en los últimos años, llevando a situaciones jamás imaginadas por el Valle. Las consecuencias se viven en la quiebra de sus finanzas, en la vertiginosa caída en la categoría que antes era especial y hoy está en el tercer peldaño. Y, sobre todo, en la más aberrante práctica del clientelismo que paga adhesiones y lealtades con puestos y contratos. Mientras tanto, el sistema electoral fue empañado por toda suerte de trapisondas y conjuras, al punto en que son casi una decena los funcionarios y dirigentes políticos acusados de intentos por desviar la voluntad popular. Hoy, el Valle es un paciente en cuidados intensivos que debió recurrir a la ley de quiebras para defenderse de sus acreedores y resolver su incapacidad de pago, en tanto que muchas de sus dependencias parecen enfermos terminales. Y ni siquiera la reestructuración administrativa que ha emprendido el gobernador Delgado parece ser suficiente para detener la debacle. A mediano plazo, el desorden en el aspecto jurídico y en la administración, ameritará sin duda de una cirugía más profunda para rescatarlo del desastre en que lo dejaron. La labor más importante será el devolverle al Departamento la credibilidad como representante de los vallecaucanos. Para ello, el Gobernador elegido el pasado 1 de julio cuenta con el respaldo de casi todas las fuerzas políticas regionales. Así mismo, sectores representativos de la sociedad y de los sectores económicos le han ofrecido su concurso en el empeño de regresarle a nuestro Valle el decoro y la capacidad de responder que perdió en las tinieblas del clientelismo abusivo y devastador. Para ello, el gobernado Delgado lanzó el Pacto por la Vallecaucanidad, campaña con la cual pretende motivar el concurso de todos los habitantes de la región para rescatar los valores que nos hicieron el primer Departamento de Colombia. Es la oportunidad para pasar la página y recuperar el progreso. A la par con su riqueza, el Valle tiene grandes problemas sociales y demanda de autoridades reconocidas y entidades capaces de resolverlos. Ese es nuestro reto para el 2013.

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