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Los niños y la guerra

"Ya sea como combatientes en la primera línea, como vehículo para realizar ataques terroristas o como ayudantes, espías u objetos de explotación sexual, cientos de miles de niños son protagonistas de la guerra".

13 de febrero de 2014 Por:

"Ya sea como combatientes en la primera línea, como vehículo para realizar ataques terroristas o como ayudantes, espías u objetos de explotación sexual, cientos de miles de niños son protagonistas de la guerra".

El mundo celebró el pasado martes el ‘día Internacional contra la utilización de Menores Soldado’, como una forma de protestar contra esa práctica y crear conciencia sobre la necesidad de impedir el abuso contra los derechos humanos de los menores. Y de clamar contra las arbitrariedades que se cometen en 19 países del mundo contra los niños que deberían ser protegidos para construir su futuro, en vez de convertirlos en protagonistas del no futuro.Afganistán, Chad, Colombia, Costa de Marfil, Filipinas, India, Iraq, Líbano, Libia, Mali, Myanmar, Pakistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sudán, Sudán del Sur, Siria, Tailandia y Yemen, son los países incluidos en la lista de los que tienen a sus menores en actos de violencia. Ya sea como combatientes en la primera línea, como vehículo para realizar ataques terroristas o como ayudantes, espías u objetos de explotación sexual, cientos de miles de niños son protagonistas de la guerra.Y su presencia en conflictos de todo orden se combina con la incapacidad de sus autoridades para evitar el abuso. El testimonio de quienes antes que agentes son víctimas de esa violencia que los utiliza, desnuda el drama que se cuece en todas las latitudes del planeta donde aparecen las diferencias políticas, las luchas por el poder o las guerras civiles que transforman a los países en tierra de nadie. O en aquellas regiones donde grupos ilegales persisten en desconocer las autoridades legítimas o por mantener dominios territoriales de los cuales derivan pingües utilidades, aprovechando las dificultades para combatirlos.Es el caso de Colombia: a pesar de que el Estado ha logrado enormes avances contra los grupos armados ilegales, aún no puede decirse que controla todo el territorio nacional. Por lo tanto, la guerrilla, las Bandas Criminales y las organizaciones delincuenciales involucran a los menores en sus actividades. Según la Defensoría del Pueblo, 153 municipios de 28 departamentos entre los que se destacan Antioquia, Guajira, Chocó, Nariño, Cauca y el Valle del Cauca, son los principales escenarios del reclutamiento de menores, como se denomina el fenómeno en Colombia. El informe de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas de la Defensoría asegura que 6.920 niños y adolescentes han sido involucrados en sus actividades por las Farc, el ELN, las Bacrim y demás organizaciones antisociales. Y de acuerdo con el programa de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 5.330 menores de edad se desvincularon de esos grupos armados entre 1993 y 2013, 72% de los cuales son niños y el 28% niñas. Cifras escalofriantes que explican en gran parte las dificultades que tiene el país para construir una reconciliación basada en la convivencia y el respeto a los derechos ajenos.Detrás de esas cifras hay un drama que afecta a miles de familias. Y una amenaza traducida en expresiones de la violencia que se reproduce de manera incesante e impide pensar en que, por si sola, la firma de un acuerdo garantizará la paz y la convivencia en Colombia.

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