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Los males del centralismo

Es decir, empieza a evaporarse el compromiso de la Nación de asegurar la financiación para culminar la vía al mar...

7 de mayo de 2019 Por: Editorial .

Aunque el Valle anuncia que aumentaron los recursos de inversión para nuestra región en el Plan Nacional de Desarrollo aprobado por el Congreso, las noticias sobre el tratamiento a la infraestructura vial no parecen ser las mejores. Y menos aún cuando el mismo Plan revivió la construcción del puerto de Tribugá, lo que sólo llevará a dispersar los esfuerzos del Estado para asegurar el progreso del Pacífico colombiano.

Sin duda es una buena noticia que los congresistas vallecaucanos y el Gobierno Departamental consiguieran la inclusión de $3,6 billones en el PND. Con ello se demuestra que cuando se actúa unidos alrededor de propósitos que benefician a la región es posible recuperar la posición del departamento frente al centralismo y en medio del reparto en que se transformó la negociación y aprobación de una ley que fija el norte del Gobierno Nacional para los próximos cuatro años.

Pero no todo son buenas nuevas. En entrevista que publicó El País en su edición del pasado lunes, la Ministra de Infraestructura descartó el compromiso de terminar la doble calzada Buga Buenaventura en el presente cuatrienio. Según se desprende de sus declaraciones, la vía que lleva más de cincuenta años en espera, que fue promesa de los últimos tres presidentes de la República incluido el doctor Iván Duque y que está detenida, volverá a sufrir los estudios, las contrataciones y la falta de recursos que han impedido su terminación, lo cual retrasará lo que debería ser una prioridad nacional en la medida en que Buenaventura es la puerta más importante para el comercio internacional de Colombia y ha generado ingresos cuantiosos a la Nación.

A cambio, y como lo alertamos en un editorial del pasado 16 de abril, el PND revivió Tribugá. Un puerto innecesario que producirá un desastre ecológico demostrado por múltiples estudios, que afectará a decenas de comunidades a las cuales no se ha escuchado y demandará la construcción de una carretera que atravesará y afectará la selva del Chocó y costará centenares de veces más de lo que cuesta terminar la vía Buga Buenaventura.

Además, la ministra Ángela María Orozco anunció que los recursos recaudados por peajes en la malla vial del Valle serán usados en la atención al deterioro y a los problemas que afectan a la carretera sin establecer las fechas para esas obras y pese a la urgencia. Es decir, empieza a evaporarse el compromiso de la Nación de asegurar la financiación para culminar la vía al mar, y no se define lo que ocurrirá en los próximos meses con la administración y mantenimiento de la red de carreteras más importante de Colombia. Y tampoco hace referencia a las inversiones que se habían comprometido para completar esa malla vial.

Todo ello es un panorama que no se compadece con lo que significa el Valle para la Nación. Menos aún, cuando reviven la construcción de Tribugá a pesar de todo, y no se continúan o se llevan a término promesas del Estado, no solo de los gobiernos, con Buenaventura, su situación social y su futuro. Otro ejemplo más del centralismo que ignora la realidad de la región.

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