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Los límites de la prensa

"...no importa cuánto capital haya acumulado un conglomerado o cuan poderosa sea su cabeza visible, si se traspasan los límites, aún los políticos más beneficiados le darán la espalda y la opinión pública los sancionará con severidad...".

18 de julio de 2011 Por:

"...no importa cuánto capital haya acumulado un conglomerado o cuan poderosa sea su cabeza visible, si se traspasan los límites, aún los políticos más beneficiados le darán la espalda y la opinión pública los sancionará con severidad...".

El escándalo por la escucha ilegal de conversaciones telefónicas que llevó al cierre de News of the World, demostró los límites que la sociedad impone a los medios de comunicación y al periodismo en el respeto a la privacidad. Es, ante todo, un ejemplo sobre cómo al proteger la intimidad se defiende la libertad.Dado que el conglomerado de Rupert Murdoch tiene intereses en varios países del mundo, se investiga si existe relación entre la posición dominante del grupo económico y las prácticas antiéticas del semanario. En este caso, se reflexiona sobre si la posición dominante lleva a sus propietarios a creer que tienen licencia para desarrollar actividades que constituyen una violación de la ley, sin que aquello acarree consecuencias.Lo que está sucediendo indica que eso no se aplica en Gran Bretaña. Ayer, la señora Rebekah Brooks, “la reina de los tabloides amarillistas” y mano derecha de Rupert Murdoch, fue encarcelada por los delitos que cometieron los periodistas del semanario inglés, la insignia del conglomerado en el Reino Unido. Cuatro mil escuchas durante el 2010 fueron argumento más que suficiente para que los ingleses demostraran su furia y las autoridades procedieran con rigor.Y por primera vez en décadas, el ya legendario empresario australiano, propietario de periódicos como el Wall Street Journal y la cadena de televisión Fox en los Estados Unidos, debió echar marcha atrás en sus ambiciones de adquirir medios de comunicación. En efecto, y ante la reducción de más del 15% en el valor de las acciones de News Corp y el rechazo indignado del pueblo británico, Murdoch tuvo que retirar su oferta por BSkyB, uno de los sistemas de televisión por cable más importantes de Inglaterra. Así mismo, el empresario ha tenido que presentar dos veces disculpas, además de prometer toda la colaboración a las autoridades para descubrir la trama de las escuchas ilegales y castigar a todos sus autores. En tanto, los políticos ingleses, que tanto aprovecharon la cercanía con el monopolio de la información más grande del mundo, empiezan a marcar distancias y a exigir castigos. Sin duda, todo ha cambiado. La consecuencia: no importa cuánto capital haya acumulado un conglomerado o cuan poderosa sea su cabeza visible, si se traspasan los límites, aún los políticos más beneficiados le darán la espalda y la opinión pública los sancionará con severidad. Así ha sucedido en el caso de Murdoch, al que las escuchas ilegales adelantadas por periodistas de News of the World le han salido en extremo costosas. Es la sanción social que siempre estará presente como el recurso último para defender la libertad y los valores de una comunidad. También queda claro que existe límites legales y éticos para quienes se dedican a la tarea de informar u opinar. No importa si se tiene una posición dominante, estos límites son irrebasables, so pena de sufrir serias consecuencias.El periodismo sensacionalista, en el que Murdoch ha sido experto, recibió una severa lección, válida para todo tipo de periodismo. Nadie puede violar el derecho a la intimidad de los ciudadanos, sin importar cuánto poder logre acumular.

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