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Los héroes de la salud

Cuando se haga el balance de lo que fue la batalla contra el Covid-19 y qué hizo posible superar el más grande desafío a nuestra Nación que amenazó la vida de cincuenta millones de colombianos sin discriminación alguna, los integrantes del sector salud tendrán lugar de preeminencia en el reconocimiento a su entrega.

14 de abril de 2020 Por: Editorial .

Cuando se haga el balance de lo que fue la batalla contra el Covid-19 y qué hizo posible superar el más grande desafío a nuestra Nación que amenazó la vida de cincuenta millones de colombianos sin discriminación alguna, los integrantes del sector salud tendrán lugar de preeminencia en el reconocimiento a su entrega.

Desde los miles de personas que prestan sus servicios en la parte administrativa de los hospitales y casas de salud, hasta los más reconocidos investigadores, pasando por el personal encargado de asegurar la descontaminación y el aseo, por los auxiliares de enfermería, los médicos generales y los especialistas, todos ellos constituyen hoy el frente de batalla contra el invisible enemigo que tiene confinado y aterrorizado al país y al mundo. Ellos son quienes enfrentan el peligro, quienes no tienen horario para ayudar a los ya millones de seres humanos que padecen la epidemia.

Y en Colombia son ejemplo de compromiso con su profesión y con la salud de sus conciudadanos. Son personas que luchan en muchos casos contra las limitaciones de nuestro sistema de salud, que afrontan con decisión el riesgo de contagio para ayudar a los que los necesitan y que, infortunado es recocerlo, han enfrentado en muchos casos la discriminación y hasta la persecución injusta de quienes ignoran su sacrificio.

Para ellos no debe haber sino agradecimientos y respaldos como el que se ordenó recientemente al establecer una gratificación salarial por su labor. Y aunque se hayan presentado malos entendidos al declarar a los médicos en una especie de acuartelamiento de primer grado, tal decisión debe interpretarse como el reconocimiento a su importancia para el país antes que una manera de obligarlos a hacer lo que hoy realizan con generosidad y sin ninguna clase de egoísmos.

Por esa importancia y por su entrega, es necesario escuchar los reclamos de algunas de sus organizaciones gremiales y pedir que se les ofrezcan todas las seguridades y garantías para cumplir con su riesgosa y sacrificada misión. Si bien en todas partes del mundo se han producido contagios y decesos de los profesionales de la salud, es deber de las autoridades el procurar lo necesario para que en lo posible no tengamos que registrar más fallecimientos de esos abnegados servidores de nuestra sociedad.

Sin duda, su dedicación los hace merecedores del calificativo de héroes, silenciosos y efectivos en la gesta contra un enemigo que tiene a media humanidad encerrada e impotente. Ellos merecen la gratitud que a diario les brindan quienes todas las noches los aplauden desde sus sitios de habitación, un homenaje que alegra y demuestra el afecto que les tienen los colombianos.

Cuando pase la emergencia, nuestra Nación tendrá muchos motivos de agradecimiento para quienes hicieron de su labor al servicio de la salud y la vida un apostolado. Son los héroes de una batalla que hasta ahora deja algunos miles de contagiados y cerca de doscientos fallecimientos en Colombia y que se ha podido mantener dentro de unas proporciones no tan catastróficas si se mira el enorme riesgo de la pandemia que atravesamos.

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