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Los derechos de la mujer

(...) en un principio se habló del día de la mujer trabajadora. Hoy se habla del día de la mujer como reconocimiento a la lucha que se ha expandido a todos los escenarios de la actividad humana y como símbolo de la reivindicación de los derechos inmanentes a su condición de pilar insustituible de las sociedades.

8 de marzo de 2012 Por:

(...) en un principio se habló del día de la mujer trabajadora. Hoy se habla del día de la mujer como reconocimiento a la lucha que se ha expandido a todos los escenarios de la actividad humana y como símbolo de la reivindicación de los derechos inmanentes a su condición de pilar insustituible de las sociedades.

Hoy se celebra en todo el mundo el día internacional de la mujer. Además de un homenaje merecido, la celebración es la oportunidad para recordar la larga lucha por lograr el reconocimiento de sus derechos y el deber de cambiar los viejos patrones culturales que le niegan la igualdad de oportunidades para su desarrollo. Muchos son los hitos que llevaron a escoger el 8 de enero como el día internacional de la mujer. Desde las movilizaciones realizadas en la segunda mitad del Siglo XIX en Rusia o en Estados Unidos a raíz de la llamada Revolución Industrial, hasta las realizadas en las primeras décadas del el Siglo XX, el eje de sus protestas estuvo en la reclamación de reivindicaciones laborales que le permitieran tener jornadas justas y salarios proporcionales a su esfuerzo. Fue una lucha por el principio de salario igual a trabajo igual que inspira las legislaciones laborales en el planeta. Pero que no parecía tener cabida cuando se trataba de remunerar o reconocer sus derechos al sexo femenino.Por eso, en un principio se habló del día de la mujer trabajadora. Hoy se habla del día de la mujer como reconocimiento a la lucha que se ha expandido a todos los escenarios de la actividad humana y como símbolo de la reivindicación de los derechos inmanentes a su condición de pilar insustituible de las sociedades. Es ante todo el esfuerzo aún no culminado por alcanzar esa igualdad que hace posible el acceso al poder político tanto como el ejercicio digno y tranquilo de la maternidad. Y por superar las barreras culturales que aún persisten en otorgarle un papel secundario a las mujeres, que en muchos casos se convierten en aberraciones que desconocen la dignidad humana.Colombia es un ejemplo sobre la lucha de la mujer por lograr el espacio que merece en una sociedad. Pese a las múltiples expresiones de solidaridad, y de las cuantiosas normas que reconocen la igualdad frente a la ley, el uso de la violencia tanto como el sometimiento a discriminaciones causadas por costumbres sociales atávicas hacen pensar en la necesidad de redoblar los esfuerzos para lograr que esa equidad se exprese en hechos concretos.Visto desde una perspectiva histórica, el progreso logrado en el último siglo en sus derechos políticos, de reconocimientos laborales y sociales y de acceso a la educación, el avance ha sido innegable. La presencia de las mujeres en la dirección de empresas, en cargos de representación popular y dirección del Estado, en el acceso a la educación e incluso en responsabilidades antes exclusivas de los hombres como ser oficiales de la Fuerza Pública, prueba el avance que ha logrado la mujer en Colombia.Pero aún falta mucho por hacer, sobre todo desde el punto de vista cultural. Por eso, derrotar la ignorancia y los acendrados prejuicios que impiden la igualdad de la mujer tiene que ser un propósito tanto o más importante que castigar a quienes abusan de ellas y las someten a la violencia o a la explotación de su propia naturaleza. Es la manera de lograr la equidad que todos esperamos para que Colombia sea una sociedad realmente democrática y respetuosa de los derechos ciudadanos.

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