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Libertad sin espectáculo

16 de diciembre de 2010 Por:

"Cualquiera sean las razones de la oferta que realizó el grupo guerrillero de liberar a cinco de sus víctimas, ahora lo importante es recuperar a la vida a quienes han padecido la inhumana utilización que las Farc hacen de su cautiverio".

Con la designación de Eduardo Pizarro Leongómez como interlocutor oficial para la liberación de cinco de los secuestrados en poder de las Farc, los colombianos esperan que se cumpla tal ofrecimiento a la mayor brevedad posible. Y que se evite el tradicional aparato publicitario con los que el grupo armado ha pretendido lograr reconocimientos sobre el carácter humanitario de sus acciones.La decisión del presidente Juan Manuel Santos fue clara: al designar al titular de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, y autorizar la mediación de la ex senadora Piedad Córdoba, exigió ante todo el sigilo y la total discreción en las gestiones. Requisito sin duda necesario, ante los espectáculos que en el pasado se montaron para explotar el drama de las víctimas, las esperanzas de sus familiares y la expectativa de Colombia y el mundo. Infortunadamente, no será extraño que las Farc y su red de propaganda desconozca el pedido del Gobierno Nacional. Así lo indica el momento en que se hizo el anuncio, aprovechando el mes de diciembre como siempre lo ha hecho para lograr capturar el interés de los colombianos. De otra parte, la forma en que la guerrilla manifestó que la liberación sería un gesto de desagravio a la ex senadora Córdoba por su destitución, muestra el afán por aprovechar al máximo el protagonismo que ofrece la diligencia, y la exposición mediática que ella ha sabido explotar con pericia.Por supuesto, la libertad de los concejales Marcos Vaquero de San José del Guaviare, de Armando Acuña de Garzón, Huila, Así como del Mayor de la Policía Guillermo Solórzano, el cabo del Ejército Salín Sanmiguel y el infante de marina Henry López Martínez, es una noticia que alegra a la Nación. Pero siendo su cautiverio de menos de cinco años, debe preguntarse porqué no escogieron a personas que como el cabo Libio José Martínez está próximo a cumplir trece años secuestrado. ¿Humanismo selectivo? ¿Necesidad de usar a esas cinco víctimas como pretexto para detener acciones militares en alguna zona específica?Ahora se presenta también la posibilidad de buscar algún acercamiento a través del doctor Pizarro para hablar de negociaciones de paz. Es una opción que siempre ha estado en la mente de los gobernantes y del pueblo colombiano, y que ha sido afectada por el escepticismo ante la conducta arrogante y en muchas ocasiones mentirosa de la guerrilla. Sin embargo, aún no se pierden las esperanzas. Pero debe quedar siempre clara la negativa a aceptar que los diálogos se usen para fortalecer el poder de destrucción de las Farc, bastante menguado por la acción certera de la Fuerza Pública.Cualquiera sean las razones de la oferta que realizó el grupo guerrillero de liberar a cinco de sus víctimas, ahora lo importante es recuperar a la vida a quienes han padecido la inhumana utilización que las Farc hacen de su cautiverio. Ojalá, esa liberación se produzca antes de terminar diciembre, para que ellos puedan reunirse con sus familias e inicien el regreso a la vida que les arrebataron sus secuestradores.

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