Las protestas de hoy

De nuevo, las marchas estudiantiles se harán presentes hoy en 12 departamentos de Colombia. Ante los hechos ocurridos la semana pasada en Bogotá, los estudiantes deberían saber cuál es su motivación y cómo se asegurará que no se desborden para evitar que no sean usados en la protesta.

Según algunos de sus organizadores, las manifestaciones tendrán como motivo principal la protesta contra los desenlaces que tuvieron las marchas que se produjeron en la capital de la república, originadas en la protesta contra los actos de corrupción que se han presentado en la Universidad Distrital. Y todo indica que aprovecharán para colgarles otros motivos algunos de los cuales ya tienen una respuesta de parte de las autoridades.

Pero el fondo del asunto parece estar en la intención de convertir el movimiento estudiantil en otro factor político que con la movilización del estudiantado se propone recuperar el protagonismo. Sabido es que el Gobierno Nacional adquirió compromisos para fortalecer las universidades públicas, ajustar programas como Ser Pilo Paga y garantizar una mayor finaciación de la educación superior ofrecida por las entidades del Estado.

Y los ha venido cumpliendo según ha explicado la Ministra de Educación y reconoce el vocero de la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Unees), entidad que participó en las negociaciones sobre presupuesto para las universidades públicas. No es pues razón suficiente para decretar una movilización nacional, salvo que se pretenda otra cosa, como demostrar la capacidad de movilizar y utilizar a los estudiantes.

El otro motivo parece ser la forma en que las autoridades debieron intervenir cuando la última marcha en Bogotá, que fue ordenada desde su inicio y era protagonizada por los estudiantes, se salió de control y terminó en una asonada violenta que destruyó las instalaciones del Icetex. Aunque nunca es deseable el uso de la Fuerza pública cuando se presenta la protesta social, ese lamentable final fue desencadenado por los saboteadores y grupos organizados que se tomaron el movimiento para causar pánico, originando también la mezcla de rechazo y temor que se presenta entre los colombianos cuando se anuncian las protestas estudiantiles.

En esa marcha se hicieron presentes los grupos que protagonizaron desórdenes en Cali, el pasado tres de abril, cuando perecieron o quedaron heridos varios jóvenes al detonar los explosivos que manipulaban dentro de las instalaciones de la Universidad del Valle. Fue el mismo grupo que disparó con un lanzacohetes hechizo contra el helicóptero de la Policía Metropolitana amenazando con causar una tragedia de proporciones incalculables.

Por ello, y aunque parezca una utopía, sería deseable que dentro de las marchas de hoy se produjera el rechazo terminante al vandalismo que se toma lo que debiera ser una movilización ordenada. Es la manera de impedir que el movimiento estudiantil social siga siendo utilizado para sembrar el temor y desafiar a las autoridades, quienes tienen el deber de proteger las vida y la tranquilidad de los colombianos.