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Las llamadas calientes

Como una bomba de tiempo, la revelación de los contactos del presidente Donald Trump con su colega de Ucrania tiene a los Estados Unidos sumergido en un debate profundo que puede tener profundas consecuencias.

26 de septiembre de 2019 Por: Editorial .

Como una bomba de tiempo, la revelación de los contactos del presidente Donald Trump con su colega de Ucrania tiene a los Estados Unidos sumergido en un debate profundo que puede tener profundas consecuencias. Aunque por ahora parezca difícil su condena en el proceso político que la Cámara de Representantes le abrió por las conversaciones con el mandatario ucraniano Vladimir Zelenski, el tono de lo que está ocurriendo puede llevar a sorpresas.

“He recibido múltiples informaciones de parte de funcionarios del gobierno que el Presidente de los Estados Unidos está usando el poder de su despacho para solicitar la interferencia de gobiernos extranjeros en las elecciones del 2020”. Así reza la solicitud del funcionario que pidió informar al Congreso sobre hechos que considera una indebida actuación de quien es aspirante a la reelección en el cargo más poderoso del mundo.

Lo que ha ocurrido a partir de conocerse los hechos ha tomado una velocidad y una fuerza poco comunes. Por un lado, el Partido Demócrata con mayoría en la Cámara cambió su posición de no acusar a Trump por hechos anteriores como la interferencia con Rusia en las elecciones de 2018, y decidió entablar el juicio. Por sí sólo, ese cambio da a entender la gravedad de lo descubierto hasta ahora y la decisión de llegar hasta el fondo de una actuación polémica como muchas de las que caracterizan al controversial Presidente.

Por el otro, las transcripciones conocidas hasta ahora confirman que Trump le pidió a Zelenski su intervención para que la Fiscalía de su país investigue y sancione al hijo de Joe Biden, posible candidato a la Presidencia de los Estados Unidos en las elecciones del próximo año. Además, la revelación del documento emitido por el funcionario denunciante hasta ahora amparado por la reserva de su identidad, contiene acusaciones categóricas y narraciones que vinculan al Secretario de Justicia y al abogado personal de Trump que impiden mantener en silencio lo que ya es un escándalo.

Ahora, las audiencias especiales iniciadas, en las cuales declaró ya el jefe interino de la Inteligencia Nacional, denotan el carácter que tendrá el debate. En sus declaraciones, Joseph Maguire afirmó que “la denuncia del informante nunca fue ignorada”, aunque, en principio, el Departamento de Justicia dijo que no cumplía los requisitos de ley para presentarse al Congreso. Y el presidente Trump volvió a lanzar sus acusaciones acusando de ‘escoria’ a los medios y a quienes le han hecho eco a lo que sin duda es una actuación oficial que debe ser aclarada.

Se abre así un nuevo escenario de pugnacidad en el cual seguirán apareciendo elementos que pueden llevar a un juicio a quien ha sido acusado de usar el poder de la Presidencia de los Estados unidos para obligar al mandatario de un país a actuar en asuntos con los cuales se podría afectar a su posible rival en las elecciones del 2020. Y aunque será difícil que el ‘empeachment’ llegue hasta la destitución de Trump, lo cierto es que la política de los Estados Unidos atraviesa por uno de los más candentes momentos de los últimos años.

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