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La verdad y la política

Con la captura de la señora Hurtado termina una etapa larga y compleja, que puso en duda muchas cosas, la más importante de las cuales fue la credibilidad de instituciones encargadas de manejar la inteligencia y la información que requiere el Gobierno Nacional para sus actuaciones.

3 de febrero de 2015 Por:

Con la captura de la señora Hurtado termina una etapa larga y compleja, que puso en duda muchas cosas, la más importante de las cuales fue la credibilidad de instituciones encargadas de manejar la inteligencia y la información que requiere el Gobierno Nacional para sus actuaciones.

Luego de cinco años de fuga y de búsqueda por las autoridades judiciales, el pasado sábado se entregó en Panamá la señora María del Pilar Hurtado, exdirectora del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad, DAS. Con ello debe acelerarse el proceso mediante el cual se espera encontrar la verdad de los hechos ilegales cometidos por la entidad de carácter civil encargada de la seguridad del Estado.Con la captura de la señora Hurtado termina una etapa larga y compleja, que puso en duda muchas cosas, la más importante de las cuales fue la credibilidad de instituciones encargadas de manejar la inteligencia y la información que requiere el Gobierno Nacional para sus actuaciones. En el caso que nos ocupa, se trata de acusaciones de espionaje ilegal realizado contra magistrados de las Altas Cortes y contra ciudadanos del común, lo cual, además de prohibido por la legislación, es inaceptable en un país que se rige por el respeto a la Constitución y las normas. Es decir, un Estado de Derecho que fija los límites al poder para garantizar las libertades en Colombia.Lo que sigue es el proceso judicial en el cual la Fiscalía acusará a la exdirectora del DAS por delitos que van desde la asociación para delinquir hasta la violación del derecho a la privacidad. Delitos que se agravan en la medida en que habrían sido cometidos contra autoridades judiciales y personajes del acontecer político. Hasta dónde fue autorizada para ello como parte de acciones para proteger la seguridad nacional y cómo ocurrieron los hechos que desconocen la legislación y se convierten en los crímenes de los cuales se le acusa, será el asunto que debe aclararse a partir de ahora.Todo ello debe hacerse sin que tanto la Fiscalía como los jueces puedan actuar por razones partidistas, como parece sugerir el ambiente que se ha creado en los últimos años. Entendiendo que la evasión de la acusada hacia Panamá, donde solicitó y obtuvo asilo político, contribuyó de manera importante a aumentar las inquietudes en ese sentido. De igual forma, la exfuncionaria será preguntada si existieron autorizaciones y órdenes de sus superiores para sus actuaciones, lo que puede llegar a involucrar a dirigentes e integrantes del Centro Democrático, en la oposición.Lo cierto es que la Justicia debe brindar todas las garantías a la señora Hurtado. Y precisar si existió o no responsabilidad de personas que llevan varios años aguardando que se reconozca su inocencia o las declaren culpables. Es mucho tiempo sin respuestas, que ha causado daño tanto a la credibilidad de las instituciones cuya misión constitucional es probar la existencia de los delitos de que se acusa a la exdirectora del DAS, juzgar y condenar a los culpables y declarar inocentes a quienes no se les pueda probar su participación en los delitos de los cuales son señalados.Lo que esperan los colombianos es la verdad sin interferencias políticas. Todo lo que no contribuya a ese propósito afectará de manera irremediable la confianza en las instituciones democráticas que rigen nuestra Nación.

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