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La salud del Vicepresidente

"La actitud de Angelino Garzón es pues una contribución a mantener el orden institucional, alejada como él lo expresa, de cualquier interés por aferrarse a la Vicepresidencia. Lo que sigue es entonces evaluar de manera rápida y decorosa la situación y tomar las decisiones del caso".

23 de octubre de 2012 Por:

"La actitud de Angelino Garzón es pues una contribución a mantener el orden institucional, alejada como él lo expresa, de cualquier interés por aferrarse a la Vicepresidencia. Lo que sigue es entonces evaluar de manera rápida y decorosa la situación y tomar las decisiones del caso".

El comunicado del Vicepresidente de la República sobre la necesidad de someterse a sesiones de radioterapia, es otra razón más de preocupación por su estado de salud. Y vuelve a poner sobre el tapete la importancia de tomar decisiones que despejen las inquietudes sobre la eventualidad en que se requiera reemplazar al Primer Mandatario, en caso de una ausencia temporal o definitiva. Angelino Garzón es ante todo un ser humano que le ha prestado servicios valiosos a la Nación. De ahí que sus condiciones físicas son una preocupación constante para los colombianos, entendiendo también que las afecciones de su señora esposa son causa de inquietud para él y su familia. Por eso las expresiones de solidaridad y de respaldo desde todos los sectores de la sociedad deben ser la constante, en un momento crucial en la vida del señor Vicepresidente. Pero también está el otro lado, el institucional que afecta a los colombianos. Todo el mundo conoce la responsabilidad eventual que recibe quien es elegido para esa dignidad y en la fórmula presidencial. Se trata, no de desempeñar funciones permanentes, salvo que el Presidente le asigne alguna, si no de estar listo para reemplazar a la cabeza del Estado. Esa condición, que es excepcional y no está escrita en ningún reglamento, es casi natural, para evitar sobresaltos y rupturas que le hagan daño a la conducción del gobierno, a la confianza en el país y a la buena marcha de los asuntos públicos. Ahora, el comunicado del vicepresidente Garzón revela la aparición de otra enfermedad que si bien los médicos que lo asisten afirman no ser agresiva, si necesita de un tratamiento fuerte de radioterapia durante las próximas semanas. Lo cual debe sumarse a los problemas cardiovasculares que lo han afectado desde el mismo día en que asumió su dignidad, el 7 de agosto de 2012, incluyendo el derrame cerebral del que se recupera. Todo lo cual hace pensar en la necesidad de replantear la continuidad del doctor Garzón en el encargo que recibió en las pasadas elecciones presidenciales, con el decoro y el respeto que él se merece. En su comunicado, el doctor Garzón afirma: “Soy plenamente consciente que debo dejar en manos de la Constitución y de la ley todo lo relacionado con el presente y futuro del Vicepresidente de Colombia”. Es decir, deja la solución sobre su continuidad en las instituciones encargadas de resolver su permanencia. Con lo cual da una demostración de apego a las normas y principios que despejan el camino, y sobre todo añejan el asunto del desagradable forcejeo que se presentó en los últimos dos meses.Su actitud es pues una contribución a mantener el orden institucional, alejada como él lo expresa, de cualquier interés por aferrarse a la Vicepresidencia. Lo que sigue es entonces evaluar de manera rápida y decorosa la situación y tomar las decisiones del caso. No se tratará de amenazar con acabar la figura del Vicepresidente, asunto que debe ser evaluado en otra oportunidad, si no de tomar la decisión más apropiada para Colombia y más respetuosa para el señor Angelino Garzón.

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