La protesta de El Diario

La protesta de El Diario

Visiblemente preocupado por las agresiones que han sufrido sus periodistas, dos de los cuales han sido asesinados, El Diario de Ciudad Juárez, en México, publicó un editorial con el cual lanza un clamor de protesta contra los asesinos y de reclamo a las autoridades por las condiciones en que ha caído el derecho a la vida en esa ciudad. Antes que una claudicación, el editorial ‘¿Qué quieren de nosotros?’ es un llamado para que se respete la libertad de prensa y se le exija al Estado mexicano el cumplimiento de sus obligaciones como protector de la sociedad.Hace dos años, el periodista Armando Rodríguez fue asesinado en esa ciudad en cumplimiento de su deber de informar. A pesar de que la Justicia mexicana se comprometió a descubrir y castigar a los culpables, y no obstante que es de dominio público el origen del crimen, nada se sabe aún. Ahora fue Luis Carlos Santiago, un joven fotógrafo recién vinculado al Diario, quien fue asesinado, no por cubrir las noticias judiciales sino para enviar un mensaje al periódico y a la sociedad de Juárez Esa es la causa de la nota, una protesta enérgica contra el grado de postración a la que ha llegado su ciudad por culpa de las mafias y la falta de respuesta. Reconociendo que el Estado ha sido superado hasta ahora por las organizaciones dedicadas al narcotráfico y toda clase de delitos, el editorial se dirige a ellas: “Ustedes son, en estos momentos, las autoridades de facto en esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo, a pesar de que reiteradamente se los hemos exigido”.Sin duda, para un pueblo como el mexicano, orgulloso de su historia y su cultura, debe ser incómodo que comparen sus circunstancias actuales con lo que ocurría hace 20 años en Colombia, como lo hizo la secretaria Hillary Clinton. Pero esa comparación parece oportuna para encontrar las raíces del mal que destruye sus comunidades. Es la insaciable demanda de drogas ilícitas de su vecino, los Estados Unidos. Y son el narcotráfico y el negocio de las armas originado en ese país con las cuales se defienden los imperios criminales, creando ejércitos capaces de desafiar a cualquier gobierno.Pero hay otra razón. Como en México en estos días, el periodismo en Colombia se convirtió en los ojos y la voz de la sociedad para alertar y denunciar los atropellos de los delincuentes y la corrupción de las autoridades hace 20 años. Y debió pagar su compromiso con la verdad, con el asesinato de más de 100 periodistas en menos de 10 años. Cabe anotar que el 99% de esos crímenes están aún en la impunidad absoluta. Y que, como Ciudad Juárez, Cali y Medellín fueron estigmatizadas debido a las organizaciones criminales que las escogieron como sedes de sus fechorías. Sin duda, las cosas por acá han cambiado. Ojalá México logre triunfar en menos tiempo sobre la amenaza del crimen organizado. Mientras eso ocurre, El Diario de Ciudad Juárez, sus periodistas y la sociedad mexicana deben recibir el apoyo y el respeto en vez de la estigmatización con que se lavan las manos los consumidores de drogas ilícitas.