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La plata del deporte

Bastó el anuncio de una posible y al parecer importante reducción del presupuesto de Coldeportes para que surgiera la alarma y la protesta. Luego de las aclaraciones respectivas, el debate ha bajado en intensidad aunque queda la preocupación.

10 de agosto de 2017 Por: Editorial .

Bastó el anuncio de una posible y al parecer importante reducción del presupuesto de Coldeportes para que surgiera la alarma y la protesta. Luego de las aclaraciones respectivas, el debate ha bajado en intensidad aunque queda la preocupación.

No hay duda de que el deporte ha sido un motivo de orgullo para nuestro país, y en sus triunfos está presente de manera directa el apoyo de los recursos públicos. Las medallas y los títulos que han conquistado los colombianos en las últimas décadas han sido un aliciente para la Nación y una demostración del poderío que tienen los colombianos en la actividad deportiva, siempre que tengan el apoyo público y privado que les permita prepararse en igualdad de condiciones frente a sus competidores. A ello se agrega su influencia positiva en la salud de millones de personas.

Además, existe otra faceta que debe ser contemplada al momento de considerar los presupuestos públicos. Se trata del efecto que el deporte ha tenido para abrir las puertas y brindar oportunidades a miles de colombianos con escasos recursos económicos. Con los desarrollos comerciales y empresariales de la actividad deportiva, la inversión en el desarrollo del talento y las capacidades tanto físicas como de competencia de nuestra juventud la ha llevado a integrarse a esa tendencia y a ganarse un sitio de respeto en el concierto internacional.

Ahora se sabe que el Gobierno Nacional ha dispuesto un recorte importante en los presupuestos de gasto e inversión en todos los aspectos de la actividad estatal, a partir del próximo año. La razón no es otra que la disminución de sus ingresos, causados por la caída en el precio del petróleo y, más reciente, en la disminución en el consumo interno.

Esas son razones poderosas para aplicar medidas que eviten males mayores para toda la sociedad. Y el presupuesto del deporte no puede estar exento de ellas. Lo que sí debe hacerse, como lo están pidiendo los deportistas, es entender el valor moral, social y económico que tiene la actividad deportiva en todos los sectores de nuestro país. En especial, en los estratos de donde surgen la gran mayoría de los deportistas, basados en su esfuerzo y necesitados del apoyo estatal.

Más que un listado de lo que nuestros deportistas han conseguido debido al apoyo que han recibido del Estado en los últimos quince años, para decidir los recortes a su presupuesto debe haber una evaluación previa sobre el efecto positivo que tiene esa actividad en la economía y en el aspecto social de la Nación. Así se podrá entender que el deporte es una actividad constante y de largo plazo que no puede estar sujeta a interrupciones con las cuales se causa un grave daño.

En otros términos, es el momento para evaluar con tranquilidad el efecto positivo y las bondades de todo orden que tiene para Colombia el que se destinen recursos públicos de importancia a educar, preparar y mostrarles a los colombianos una alternativa importante para labrarse su futuro. Las pruebas abundan en las carreteras, en los escenarios deportivos y en los registros mundiales, donde los colombianos son ya protagonistas habituales.

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