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La oposición encarcelada

La inconformidad de los venezolanos es ya imposible de ocultar a pesar de los esfuerzos del chavismo por apoderarse de los medios de comunicación o de silenciarlos por medio de la asfixia económica. Es por eso que las manifestaciones de los estudiantes como las realizadas la semana pasada se convierten en enemigos peligrosos a los cuales hay que reprimir con cárcel y maltratos

19 de febrero de 2014 Por:

La inconformidad de los venezolanos es ya imposible de ocultar a pesar de los esfuerzos del chavismo por apoderarse de los medios de comunicación o de silenciarlos por medio de la asfixia económica. Es por eso que las manifestaciones de los estudiantes como las realizadas la semana pasada se convierten en enemigos peligrosos a los cuales hay que reprimir con cárcel y maltratos

La captura de Leopoldo López, uno de los más notables líderes de la oposición en Venezuela, desnuda con mayor profundidad el carácter dictatorial de un régimen al cual le importan muy poco la libertad y la posibilidad de disentir que caracteriza la democracia. Es el talante de Nicolás Maduro y sus compadres, que descalifica también al Presidente de Colombia por insinuar un diálogo civilizado en la patria de Simón Bolívar.López es un caracterizado líder político que ha sido crítico del régimen chavista desde el mismo momento en que éste se inició. Incluso fue perseguido después del frustrado golpe de estado contra Hugo Chávez y acusado de múltiples delitos como instigador. Tan falsas fueron las acusaciones que la Justicia bolivariana debió exonerarlo de los cargos, mientras el exalcalde de Chacao continuó con su denuncia de los abusos del gobierno y la trayectoria hacia el abismo que le marcaron a su Nación quienes se apropiaron del poder con la elección de Hugo Chávez. Ahora, López promueve la protesta en la calle contra la absurda situación que vive Venezuela a causa de un gobierno fracasado. La quiebra de la economía, escasez de alimentos y productos de primera necesidad, persecución contra la libre empresa, entronización del poder del gobierno cubano en las decisiones de los venezolanos, corrupción y desperdicio de los recursos del petróleo, son algunas de las tantas tragedias que padece el pueblo del país vecino, y que han originado la división de su sociedad. Todo ello, instigado por un sistema que después de apoderarse de todo el Estado trata de estrangular la oposición y de silenciar la crítica.La inconformidad de los venezolanos es ya imposible de ocultar a pesar de los esfuerzos del chavismo por apoderarse de los medios de comunicación o de silenciarlos por medio de la asfixia económica. Es por eso que las manifestaciones de los estudiantes como las realizadas la semana pasada se convierten en enemigos peligrosos a los cuales hay que reprimir con cárcel y maltratos, combinando la violencia de los grupos paramilitares patrocinados por el gobierno de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello con la persecución de una Justicia aceitada para legalizar la represión. Es en ese contexto que se debe entender la detención de Leopoldo López. A tal punto que quien conduce el vehículo donde lo mueven de cárcel en cárcel es el presidente del poder Legislativo, mientras el Judicial se apresta a enjuiciarlo por delitos inexistentes y el presidente Maduro afirma que le salvó la vida. Toda una farsa que pretende desviar la atención sobre lo que está ocurriendo, el afán de silenciar la protesta contra la situación que vive Venezuela y la oposición a un régimen que destruye la libertad y divide a la nación vecina.Entre tanto, Maduro recurre a los improperios y los gritos contra el presidente Juan Manuel Santos, a quien acusa de ser amigo de la derecha venezolana y del fascismo. Ése es el mediador de los diálogos en La Habana entre el gobierno de Colombia y las Farc, el grupo guerrillero que tantos afectos y solidaridades posee en el régimen que gobierna a Venezuela.

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