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La nueva ronda

Como podía esperarse, las declaraciones de los voceros de las Farc se hicieron presentes al inicio de la ronda. Esta vez, la delegación planteó la obligación de destinar el 3% del Producto Interno Bruto para resarcir “en forma integral” a las víctimas. Además de exigir una reforma constitucional que incluya ese mandato ya sea en la Constitución del 91, o “en caso de que se construya una nueva”, en su declaración piden también el aporte de los Estados Unidos.

5 de febrero de 2015 Por:

Como podía esperarse, las declaraciones de los voceros de las Farc se hicieron presentes al inicio de la ronda. Esta vez, la delegación planteó la obligación de destinar el 3% del Producto Interno Bruto para resarcir “en forma integral” a las víctimas. Además de exigir una reforma constitucional que incluya ese mandato ya sea en la Constitución del 91, o “en caso de que se construya una nueva”, en su declaración piden también el aporte de los Estados Unidos.

Luego de una larga interrupción en la cual ocurrieron muchas cosas que los afectan, el pasado lunes se reiniciaron los diálogos entre el Gobierno Nacional y las Farc para tratar de poner fin al conflicto. A pesar de su extensión, el proceso mantiene las esperanzas de lograr un acuerdo razonable y sensato para terminar la violencia que durante cincuenta años ha usado el grupo armado para tratar de imponer por la fuerza sus criterios a la Nación.La ronda número treinta y dos deberá continuar las conversaciones sobre el punto número cinco del acuerdo general, referente a las víctimas y a la reparación que recibirán. Previamente, los representantes de las dos partes han recibido a cinco delegaciones compuestas por sesenta personas que han sufrido los estragos de la violencia. También debe recordarse que el punto se empezó a tratar en el mes de octubre, y debió suspenderse por el secuestro del general Rubén Darío Alzate, en el Chocó, y sólo se pudo restablecer con su liberación.De igual manera hay que registrar la decisión de las Farc de ordenar a sus integrantes una tregua unilateral e indefinida, así como sus intentos por crear comisiones de verificación. Hasta ahora y salvo algunas escaramuzas aisladas, esa tregua parece haber sido respetada, mientras el Gobierno y la Fuerza Pública afirman que no compromete el accionar de la autoridad en defensa de la seguridad y la integridad de los colombianos.Como podía esperarse, las declaraciones de los voceros de las Farc se hicieron presentes al inicio de la ronda. Esta vez, la delegación planteó la obligación de destinar el 3% del Producto Interno Bruto para resarcir “en forma integral” a las víctimas. Además de exigir una reforma constitucional que incluya ese mandato ya sea en la Constitución del 91, o “en caso de que se construya una nueva”, en su declaración piden también el aporte de los Estados Unidos. Llama la atención que el documento divulgado no incluye el reconocimiento de responsabilidades del grupo armado ni hace mención del aporte que hará a la reparación de sus víctimas o de los daños que le han causado al patrimonio nacional.También se instaló la subcomisión encargada de discutir y preparar el desarme del grupo guerrillero, creada en agosto del 2014. Allí estará un General de la República acompañado de otros oficiales, quienes dialogarán con jefes de las Farc sobre la disposición de armas, en una mesa paralela que no tomará decisiones pero servirá de soporte a las Comisiones Negociadoras cuando éstas aboquen los mecanismos que deberán aplicarse en caso de un acuerdo final.Esos son los elementos con los cuales se reinician de manera formal los diálogos en La Habana, a los cuales hay que sumar la urgencia expresada por el Gobierno de lograr un acuerdo a la mayor brevedad. Mientras tanto, las Farc no parecen tener el mismo interés y sus estrategias estarían dirigidas más hacia el diálogo prolongado que les produce mejores rendimientos. Es de esperar entonces que se superen las diferencias de criterio y que en este año se les pueda anunciar a los colombianos la buena nueva de que se terminó el conflicto.

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