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La mala nota ambiental

"¿Qué está fallando en un país que cae 75 puestos en el Índice de Medición Ambiental en cuatro años? A Colombia le urge analizar por qué sus políticas para proteger el medio ambiente no parecen cumplir sus objetivos y estarían llevando a un deterioro acelerado de sus recursos y reservas naturales, su mayor riqueza y fortaleza frente al resto del mundo".

22 de febrero de 2014 Por:

"¿Qué está fallando en un país que cae 75 puestos en el Índice de Medición Ambiental en cuatro años? A Colombia le urge analizar por qué sus políticas para proteger el medio ambiente no parecen cumplir sus objetivos y estarían llevando a un deterioro acelerado de sus recursos y reservas naturales, su mayor riqueza y fortaleza frente al resto del mundo".

¿Qué está fallando en un país que cae 75 puestos en el Índice de Medición Ambiental en cuatro años? A Colombia le urge analizar por qué sus políticas para proteger el medio ambiente no parecen cumplir sus objetivos y estarían llevando a un deterioro acelerado de sus recursos y reservas naturales, su mayor riqueza y fortaleza frente al resto del mundo.El Índice de Medición Ambiental es un estudio que realizan cada dos años las universidades de Yale y Columbia en 168 países, en el cual se aplican 20 indicadores que analizan aspectos como la calidad del aire y del agua, el manejo de los recursos hídricos, la conservación de bosques, la biodiversidad y la sostenibilidad en agricultura y pesca, entre otros. En el año 2008 Colombia ocupaba el puesto 8 en buen manejo de su medio ambiente, bajó al décimo lugar en el 2010 y hoy está en el 85, con una calificación de 50,77 sobre 100. Cómo no alarmarse frente a un resultado que contradice los esfuerzos del Estado para contar con políticas públicas que protejan su medio ambiente. Según el estudio, las mayores fortalezas del país están en su calidad del aire, que alcanzó 95,09 puntos, y en su biodiversidad con una calificación de 80,4. El resultado es lógico si se tiene en cuenta el compromiso de los últimos gobiernos para ampliar sus zonas de reservas naturales y endurecer las leyes para preservarlas. Además, Colombia aún es un pulmón verde lo cual le permite respirar un aire más puro que en otras regiones del mundo.En contraste, la peor nota la tiene el país en la conservación de sus recursos hídricos, indicador en el que apenas alcanza una puntuación de 4,6 sobre 100. El río Cauca a su paso por Cali es el mejor ejemplo del fracaso en el cuidado de las fuentes de agua. Ni el diagnóstico de su contaminación, el riesgo en el que se encuentran las poblaciones que se surten de él y la urgencia de actuar para rescatarlo han sido suficientes argumentos para que se aplique el Conpes firmado hace cinco años y que debería invertir recursos por $1,3 billones para salvarlo. Y qué decir del descontrol en el manejo de la minería legal y la amenaza de la ilegal, regada por toda la geografía nacional.El país también se ‘raja’ en el cuidado de sus bosques, la sostenibilidad en sectores como la pesca y el buen manejo de servicios de energía, agua y saneamiento básico que influyen en su salud ambiental. Todo ello indica que si bien se hacen esfuerzos importantes para ampliar y preservar por ejemplo sus reservas naturales o se ha legislado para detener la explotación minera en ellas, en otros temas igual de importantes las políticas públicas son aún débiles.La responsabilidad es en primera instancia del gobierno nacional, los regionales y locales, que son los llamados a marcar las rutas, a crear las normas necesarias y realizar las inversiones que demanda la preservación del medio ambiente colombiano. Pero sin una sociedad que tome conciencia del privilegio de sus recursos naturales, comparta su cuidado, respete y acate las leyes, la Nación seguirá perdiendo el tesoro que es su riqueza ambiental.

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