El pais
SUSCRÍBETE

La justicia interina

Mientras tanto, el Gobierno se abstiene de presentar la terna, y los problemas aparecen a diario, generando cuestionamientos y críticas a la manera en que está actuando la Justicia, y el Estado en General...

10 de julio de 2019 Por: Editorial .

Tres meses completa ya la interinidad en el cargo de Fiscal General de la Nación, y no hay asomos de que esa designación tenga posibilidad de concretarse en el futuro inmediato. Ese es uno de los problemas que ocasiona el no elegir los magistrados que completen las salas del Alto Tribunal.

La Constitución le entregó a la Corte la facultad de elegir a sus integrantes, lo que es un acierto para asegurar su independencia del tejemaneje político. Pero, además de generar una inocultable tendencia a la división de los magistrados en bandos que impide suplir esos cargos con la celeridad que se requiere, al no fijar límites en el tiempo para ejercer esa función, se ha convertido en una dificultad más para atender los problemas del país en momentos como el de ahora, ocasionado por la renuncia del Fiscal Néstor Humberto Martínez Neira.

En efecto, la Corte lleva más de seis meses sin proveer por lo menos cinco de los veintitrés magistrados, debido a lo que muchos conocedores califican como diferencias políticas entre sus integrantes. Esa situación no es nueva, y con frecuencia ha causado demoras en decisiones que son de trascendencia para la vida institucional del país.

La inquietud se refiere a la interinidad que se presenta en la Fiscalía y cómo se dilata la elección de quien debe reemplazar al Fiscal renunciado. Por su parte, el presidente Iván Duque aún no presenta la terna para que la Corte elija, aduciendo precisamente las dificultades para conformar el quórum que se requiere para tomar la decisión.

En efecto, la Corte sólo cuenta con diecisiete de sus veintitrés magistrados, dos de los cuales estuvieron en Comisión ante la Organización Internacional del Trabajo en Suiza durante el mes de junio. Es decir, no era posible conseguir los dieciséis votos, el mínimo que fija la ley para ser elegido Fiscal General. Y aún no se sabe cuándo se podrá completar la Sala Plena con la totalidad de sus integrantes, lo que debería ser requisito fundamental para darle el respaldo necesario a lo que debe ser la colaboración armónica de los Poderes Públicos del que habla la Carta.

El resultado es la interinidad en la dirección del organismo fundamental en la actuación del Estado contra el delito y la delincuencia. Y aunque hay una persona encargada cuyos merecimientos no están en duda, hay un ambiente en el cual todo parece provisional y está sujeto a la llegada de quien desempeñará en propiedad esa función.

Mientras tanto, el Gobierno se abstiene de presentar la terna, y los problemas aparecen a diario, generando cuestionamientos y críticas a la manera en que está actuando la Justicia, y el Estado en General, ante los graves problemas y desafíos que enfrenta la Nación, los cuales demandan actitudes y actuaciones que permitan mantener la confianza en la actuación de la Justicia.

Aunque todo está dentro de la ley, debe decirse que se vive un momento en el cual las instituciones y sus integrantes parecen estar lejos de las circunstancias que vive Colombia. Por ello es urgente completar la Corte Suprema de Justicia y elegir al nuevo Fiscal General de la Nación.

AHORA EN Editorial