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La hora de la verdad

Es el momento para participar en un acto que puede significar el principio del cambio para la historia de nuestra Nación. Es la hora de decir Sí o No, de acuerdo con su libre saber y entender. Ante todo, es la hora de participar en un hecho cuyo resultado comprometerá a todos y cada uno de los colombianos.

2 de octubre de 2016 Por:

Es el momento para participar en un acto que puede significar el principio del cambio para la historia de nuestra Nación. Es la hora de decir Sí o No, de acuerdo con su libre saber y entender. Ante todo, es la hora de participar en un hecho cuyo resultado comprometerá a todos y cada uno de los colombianos.

Como pocas veces en toda la historia de nuestro país, los votantes colombianos tendrán hoy la oportunidad de acudir a las urnas para decidir sobre un tema específico en el cual puede comprometerse el futuro de su Nación. Es el plebiscito mediante el cual decidirán si apoyan o no el acuerdo del Gobierno Nacional y las Farc para dar por terminado el conflicto.El asunto es de una gran trascendencia. Luego de cinco décadas de violencia, el grupo guerrillero más antiguo del planeta aceptó sentarse a negociar la terminación de una carrera plena de muertes, de destrucción y de delincuencia que no condujo a ninguna parte. Visto desde su posición, fue una lucha política que sólo les sirvió para alcanzar el rechazo casi unánime del pueblo al cual decían defender y la condena internacional a su barbarie. Y les trajo también la decisión de las autoridades nacionales y de nuestra Fuerza Pública de combatirlos con el rigor que se requería para cesar la amenaza. Esa combinación de hechos llevó a sus jefes a aceptar una negociación compleja de cuatro años, de la cual resultó el acuerdo de La Habana, en el que quedaron plasmados los compromisos del Estado y de las Farc para terminar esa larga e inútil confrontación fratricida. El documento fue ratificado por el Presidente de la República el pasado lunes en Cartagena, ante más de dos mil personas entre las cuales se encontraban representantes de la comunidad internacional, además de mandatarios, jefes de gobierno y delegados de países amigos que con su asistencia mostraron su respaldo a la negociación. Fue la culminación de un proceso en el cual la presencia de facilitadores y acompañantes de otras naciones permitieron llegar a lo que hoy es una realidad incontrastable. Ahora corresponde el turno a los colombianos, cumpliendo el compromiso de consultar la decisión con ellos. El país ha escuchado todos los puntos de vista sobre el documento y su contenido. Ha recibido la información necesaria y los comentarios de quienes apoyan el acuerdo y de quienes desde distintas vertientes de opinión lo rechazan. Durante varios años ha escuchado, un debate democrático amplio sobre las bondades y problemas allí incluidos, sobre los beneficios y las alertas de dificultades que puedan sobrevenir con su aplicación. Ahora, a los electores les corresponde decir si aceptan la negociación plasmada en el documento de 297 páginas que fue puesto a su disposición con la antelación suficiente. Con su voto van a refrendar si están o no de acuerdo con la negociación que dará fin a la existencia de las Farc como grupo armado, y decidirán también si lo aceptan o no como parte de la vida política de Colombia. Es la hora de la verdad porque es la hora de decidir sobre algo en lo cual se compromete el futuro del país con las soluciones pacíficas a sus diferencias. Es el momento para participar en un acto que puede significar el principio del cambio para la historia de nuestra Nación. Es la hora de decir Sí o No, de acuerdo con su libre saber y entender. Ante todo, es la hora de participar en un hecho cuyo resultado comprometerá a todos y cada uno de los colombianos.

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