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La historia del HUV

"Sin duda, el sistema de salud en Colombia adolece de graves problemas estructurales que golpean en forma directa a la red de hospitales públicos. Pero, al registrar lo que se está destapando en el HUV, es necesario reconocer el poder destructor de la politiquería y el riesgo enorme de regresar a un sistema totalmente estatizado, donde el clientelismo causa estrago"s.

16 de septiembre de 2012 Por:

"Sin duda, el sistema de salud en Colombia adolece de graves problemas estructurales que golpean en forma directa a la red de hospitales públicos. Pero, al registrar lo que se está destapando en el HUV, es necesario reconocer el poder destructor de la politiquería y el riesgo enorme de regresar a un sistema totalmente estatizado, donde el clientelismo causa estrago"s.

Cuando Cali y el Valle se preparaban para enfrentar las consecuencias de tener que pedir el amparo de la Ley 550 de 2.000 para proteger de la quiebra al Hospital Universitario del Valle, la nueva administración del centro de salud empezó a sorprender con noticias que traen un nuevo aliento. Se descubre así una parte importante de las razones por las cuales está colapsando el Sistema de Salud.De pronto, el hospital encuentra que sí puede reducir su personal, con lo cual se ahorrará más de $1.000 millones cada mes. También descubre que los precios a los cuales se compraban los medicamentos se reducen de manera sensible y aparece una racionalización en el manejo de las compras e inventarios. Resultado: el costo que se pagaba por ese manejo, $4.804 millones al mes, baja a $847 millones. Hasta la carne y los víveres que se consumen en el hospital se reducen cada mes de $300 millones a $100 millones. Así mismo, el HUV encuentra la manera de disminuir en el 82 % la factura que debía cancelar cada 30 días por el uso de teléfonos celulares. Entonces, la Dirección del Hospital anuncia que es posible evitar el trago amargo que significa pedir el amparo de la ley de quiebras y tener que rendirle cuentas a una junta de acreedores mientras se soportan incómodas y permanentes auditorías. Y que se pueden reducir de 20 a 5 las subdirecciones, lo que permitirá ahorrar $1.200 millones cada año. O que sí se pueden revisar el desorden que padecen las cuentas del hospital, para poder saber a ciencia cierta cuánto debe y cuánto le deben. Para conocer cuáles son los verdaderos acreedores y cuánto adeudan las EPS, el Departamento y la Nación. Incluso para saber si el hospital está cobrando lo que no le deben, recurso muy usado para inflar los presupuestos públicos y echarle la culpa a otros de los desastres que producen el clientelismo desorbitado y su pareja, la corrupción.Sin duda, el sistema de salud en Colombia adolece de graves problemas estructurales que golpean en forma directa a la red de hospitales públicos. Pero, al registrar lo que se está destapando en el HUV, es necesario reconocer el poder destructor de la politiquería y el riesgo enorme de regresar a un sistema totalmente estatizado, donde el clientelismo causa estragos. Que se apodera de los presupuestos para desviar los recursos destinados a atender la salud de los más necesitados, y siempre encuentra excusas para justificar lo injustificable: el despilfarro y la protección a las malas administraciones que encuentran padrinazgos para mantenerse en sus cargos. Las declaraciones del doctor Jaime Rubiano, el nuevo director del HUV, son un alivio a la tensión que crearon sus antecesores, producto de la clientelización de un servicio público vital para la sociedad. La pregunta es cómo impedir el regreso de los vicios que conlleva el entregar el manejo de los hospitales a la politiquería y el caciquismo. Y cómo hacer para que los organismos de control y la Justicia encuentren la verdad de lo que ocurrió en el HUV con la plata y los recursos destinados a atender la salud.

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