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La crisis del HUV

23 de octubre de 2010 Por:

Para salvar al HUV se necesita ante todo voluntad. Y la solución no le corresponde sólo al departamento del Valle...

El suroccidente de Colombia no se puede quedar sin su principal centro hospitalario. Por eso, hay que solucionar la crisis que padece el Hospital Universitario del Valle, exigir transparencia y el concurso de todos los actores para sacar adelante una institución que le proporciona salud a cuatro departamentos.El reclamo de los médicos internistas del HUV tiene plena validez. Su preocupación frente a la escasez de insumos, medicamentos, unidades de sangre e implementos de cirugía y laboratorio para atender a los pacientes corresponde a la realidad. Por eso, de 60 procedimientos quirúrgicos que se realizaban al día, ahora se hacen 18, es decir una reducción del 70%. Su desesperación se refleja en las palabras de la doctora Manuela Olaya: “Hemos sido testigos de cómo han muerto personas o se ha desmejorado la salud de pacientes por no contar con los equipos, por tener que postergar una cirugía, por no tener un medicamento. Eso no es ético”.Las deudas por $32.000 millones con los proveedores ha llevado a que no le entreguen insumos al Hospital. Es el efecto más expresivo de los problemas que padece el Hospital. Una crisis que, como le acontece a todo el sistema de salud pública en el país, empieza porque sólo uno de cada tres pacientes que ingresa al centro hospitalario paga su atención. Al HUV lo están acabando en buena parte las cuentas pendientes que tiene el Estado por estos pacientes de escasos recursos que hacen parte del régimen subsidiado.Ahora bien, entre el Departamento y las EPS, incluida la liquidada Calisalud que es responsabilidad del Municipio, le deben $240.000 millones. Un monto importante que, de pagarse, daría el respiro que necesita la institución y le permitiría funcionar sin afugias. Y el otro desangre, claro, es el de la politiquería, que ha llevado a que el Hospital se maneje con criterios clientelistas y sea botín que se reparte en puestos y contratos entre algunos mandatarios y políticos.Para salvar al HUV se necesita ante todo voluntad. Y la solución no le corresponde sólo al departamento del Valle, que esta semana ha sido el primero en dar muestras de compromiso de pago. Hay que insistir en que Cali debe aportar al remedio. Y no olvidar que se trata del centro hospitalario más importante del suroccidente colombiano y gran parte de su déficit se debe al subsidio de pacientes que llegan desde Nariño, Cauca y Putumayo, que carecen de recursos y por los cuales debe responder la Nación.La experiencia que afronta el Hospital Universitario del Valle debe servir para ratificar que con la salud pública no se juega. Y que mucho menos puede estar al vaivén de las veleidades partidistas ni en manos de dirigentes que detentan el poder y creen que pueden lucrarse de él. La salud es un bien público que demanda un manejo responsable, sobre todo en un país como Colombia donde la limitación de recursos le da al Estado la importancia de garantizar a la población el acceso a ese derecho fundamental.

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