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La crisis de la frontera

5 de agosto de 2010 Por:

El equilibrio fue roto hace diez años...

Entre hoy y mañana se realizará en Cúcuta la rueda de negocios denominada ‘Frontera Productiva’ por el Gobierno Nacional, como símbolo de lo que se espera sea una acción decidida por recuperar la economía de la zona fronteriza con Venezuela. Será también la oportunidad para cambiar de manera profunda las formas de producción que se asentaron en la zona, consecuencia de costumbres que no siempre son las mejores para generar riqueza que se traduzca en bienestar social.Es sabido que cuando existe entre los países vecinos una identidad cultural y un respeto por las diferencias políticas, las fronteras son ante todo puntos de intercambio. Por ello, es el comercio la actividad que mueve las economías, siempre al vaivén de las realidades económicas de cada país. Es lo que siempre ha ocurrido en la zona comprendida entre la Guajira y el Arauca con respecto a Venezuela, creando identidades que nacen de pueblos autóctonos asentados a ambos lados de la demarcación imaginaria, como ocurre con los wayúu en Colombia y Venezuela.Ahora, la zona vive uno de sus peores momentos, en apariencia ocasionado por las diferencias entre los gobiernos de ambas naciones que culminaron en el rompimiento de relaciones diplomáticas. Sin embargo, ese es apenas un punto de referencia. La verdad es que el equilibrio fue roto hace diez años, cuando las condiciones económicas de Venezuela y la confianza empezaron a sufrir un deterioro que aún no termina. Y cuando, hace nueve años, el presidente Hugo Chávez decidió desconocer los acuerdos de integración que se originaron en 1968 como el Pacto Andino, luego transformado en la Comunidad Andina de Naciones.Fue en ese momento cuando la moneda venezolana empezó a desvalorizarse en tanto su gobierno empezó a usar el comercio como herramienta política. Lo cual se tradujo en la pérdida de poder adquisitivo de los venezolanos, que vieron cómo el Bolívar pasó de $6 a menos de $0,25. Esa y las intenciones políticas del gobierno de Venezuela son las grandes razones de la crisis que padece la región. Y es lo que ahora debe encontrar respuestas del Estado para enfrentar un temporal que amenaza con destruir el tejido social y económico de la extensa y poblada región. Para ello, el Gobierno decretó la emergencia social en la zona. Y empezó por reducir el IVA a algunos productos, además de destinar más de $100.000 millones para financiar iniciativas que muevan su economía. En ese marco propuso la rueda de negocios que llevará centenas de vendedores y compradores de todo el país a Cúcuta. Un paso importante para demostrar la solidaridad de los colombianos con quienes están pagando el pato de la crisis bilateral.Pero no será suficiente para capear un temporal que se prolongará no hasta el cambio de gobierno en Colombia como dicen algunos, sino hasta que se modifiquen las realidades políticas en Venezuela. Esa verdad obliga a pensar en decisiones más profundas y de largo aliento para proteger a los colombianos que viven en la frontera con ese país. Es la presencia del Estado que atiende las necesidades de la gente y ejerce soberanía proporcionándoles a los ciudadanos los recursos que requieren para su bienestar.

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