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Incertidumbre peruana

"...la disyuntiva para los peruanos no será entre el cáncer y el sida, como folclóricamente lo ha sostenido el Nobel Vargas Llosa, sino entre una tendencia hacia el populismo de izquierda, que representa Humala, y otra hacia el populismo de derecha, simbolizada en Keiko Fujimori".

12 de abril de 2011 Por:

"...la disyuntiva para los peruanos no será entre el cáncer y el sida, como folclóricamente lo ha sostenido el Nobel Vargas Llosa, sino entre una tendencia hacia el populismo de izquierda, que representa Humala, y otra hacia el populismo de derecha, simbolizada en Keiko Fujimori".

Escrutada la casi totalidad de los votos emitidos en la primera vuelta electoral, el próximo 5 de junio los peruanos elegirán a su próximo Presidente entre el ex militar Ollanta Humala y la joven Keiko Fujimori. Al ex ministro Pedro Pablo Kuczynski no le alcanzó para derrotar a la hija de Alberto Fujimori. Así las cosas, el ganador de la primera vuelta fue el controvertido nacionalista Humala, cuya fuerza Gana Perú se hizo a la mayoría en el Congreso y quien parte hacia la segunda vuelta con las mayores opciones, al obtener un 32% de los votos contra el 23% de Keiko.Un resultado un tanto sorprendente, si se mira desde la perspectiva de los éxitos obtenidos por el gobierno de Alan García y de los aspirantes que se presumía podrían continuar con esta gestión exitosa. Tanto el ex presidente Toledo, como Kuczynski, el ex alcalde de Lima Luis Castañeda y, en menor medida, Keiko Fujimori, tenían en común la promesa de continuar en el camino de desarrollo trasegado por el actual Presidente. Tal vez por eso mismo, y en el afán por diferenciarse ante el electorado, estos cuatro aspirantes de centro-derecha se enzarzaron en tan enconada disputa entre ellos, que al final terminaron salpicados con algo de desprestigio, mientras Humala hacía una campaña de centro-izquierda sin mayor controversia.Así las cosas la disyuntiva para los peruanos no será entre el cáncer y el sida, como folclóricamente lo ha sostenido el Nobel Vargas Llosa, sino entre una tendencia hacia el populismo de izquierda, que representa Humala, y otra hacia el populismo de derecha, simbolizada en Keiko Fujimori. Y, aunque podría pensarse que los votos de Toledo, Kuczynski y Castañeda pueden tender más fácilmente hacia Keiko, la verdad es que no hay nada garantizado. Pues en el Perú no hay partidos políticos -con excepción del Apra que ni siquiera presentó candidato- de tal manera que el electorado de los derrotados no cuenta con jerarquías a las que obedecer, ni tiene compromisos ideológicos fuertes.Esto explica en parte los éxitos de Humala y Keiko, cuyos electores provienen de sectores más radicalizados y por lo tanto se mantuvieron fieles a sus respectivos candidatos a todo lo largo del proceso. A lo cual hay que agregar que ambos matizaron posturas extremas, el uno alejándose de la influencia de Hugo Chávez y la otra disminuyendo el afán revanchista con respecto a los enemigos de su padre.Refiriéndose al resultado electoral, el presidente Alan García dijo que Humala “ha expresado la ansiedad del 30% de peruanos que quisieran más obras y más atención”. Frente al deslumbrante progreso del Perú, con crecimiento del 8% en el último año, en las urnas contó más la realidad del vasto mundo campesino e indígena del Perú, en el que se habla más quechua que castellano, en el que superviven los rituales del incaico y en el que se siente cierto apego hacia el despotismo de los incas, antes que a las libertades de la democracia. Sin duda, Ollanta y Keiko están más cerca de ese universo tan diferente al de los sofisticados intelectuales limeños con quienes controvirtieron en la primera vuelta electoral. De ahí su ventaja.

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