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Incertidumbre electoral

14 de julio de 2010 Por:

A seis días de la ceremonia de instalación del Congreso de la República cuyos integrantes fueron elegidos el pasado 14 de marzo, Colombia no sabe aún quiénes serán sus integrantes. Y aunque el Consejo Nacional Electoral hace esfuerzos angustiosos por resolver las cuantiosas inquietudes que generan las irregularidades halladas en los escrutinios y las demandas contra sus decisiones, lo único cierto es que la incertidumbre ha demostrado la necesidad de cambiar un sistema electoral que sólo produce sospechas sobre el proceso más importante para la credibilidad y el respeto de las instituciones democráticas.Por increíble que parezca, faltando pocos días no se sabe aún cuál es el resultado final de las elecciones legislativas en muchas regiones del país. Y tal situación no parece conmover a los partidos ni a las instituciones que se supone son las más interesadas en develar el secreto, o mejor, la confusión que vive la democracia colombiana. Más aún, lo que parece ser una confrontación al interior del Consejo Nacional Electoral ha llevado a que aún no se conozca cuántas de las mesas instaladas en el Valle, y en qué municipios, serán anuladas, o cómo serán modificados sus resultados, para saber quiénes y cuántos serán los senadores de nuestro Departamento. O quiénes serán los representantes a la Cámara por el Valle para el período 2010 a 2014. Y es aquí, en nuestra región, donde más interrogantes aparecen. De todo el país fueron conocidas las denuncias sobre fraudes, delitos contra el sufragio e incluso intervenciones descaradas de algunos funcionarios para favorecer grupos, partidos políticos y aspirantes. Por eso, cuando se conoció que el CNE había asumido la investigación sobre los hechos, los vallecaucanos expresaron su confianza en que el Organismo resolviera las dudas. Sin embargo, las frecuentes contradicciones entre sus magistrados sobre la dimensión de los problemas y la ubicación de las mesas donde se presentaron irregularidades, han creado una atmósfera de dañina incertidumbre.La presidenta del Consejo, magistrada Adelina Covo, ha tratado de explicar la demora en entregar los resultados definitivos, argumentando que “lo que el Consejo de Estado se demoraba tres años nosotros debemos hacerlo en tres meses”. Observación válida, que, sin embargo, no alcanza a despejar las dudas que existen alrededor de un proceso calificado como el de los peores índices de corrupción, equivocaciones y falencias en la historia reciente. Ni alcanza a despejar el escepticismo sobre lo ocurrido en el Valle tanto como en los departamentos de Bolívar, Caldas, Magdalena e incluso Bogotá, la sede de los poderes públicos en Colombia.¿Qué hacer entonces? Lo primero es rogar porque el CNE logre descifrar el enigma de quiénes serán los congresistas para el período, antes del próximo 20 de julio, así como esperar que se despejen las dudas sobre las elecciones en el Valle. Pero lo más importante será lograr que ese Congreso cambie de manera drástica y urgente el sistema electoral. En sus manos estará la obligación de devolverle la transparencia y la credibilidad a la política en Colombia.

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