El pais
SUSCRÍBETE

Freno al pacto en México

Durante casi 70 años los mexicanos aprendieron que la expropiación del petróleo decretada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas fue, después de la Revolución, la mayor gesta heroica del Siglo XX. Una historia que, se impartía en textos escolares, puso fin al abuso y explotación extranjera de los recursos naturales y que en ocasiones pusieron en riesgo la independencia del país. Así, para muchos la participación de capital privado en la extracción y procesamiento de hidrocarburos equivale a una regresión histórica.

24 de junio de 2014 Por:

Durante casi 70 años los mexicanos aprendieron que la expropiación del petróleo decretada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas fue, después de la Revolución, la mayor gesta heroica del Siglo XX. Una historia que, se impartía en textos escolares, puso fin al abuso y explotación extranjera de los recursos naturales y que en ocasiones pusieron en riesgo la independencia del país. Así, para muchos la participación de capital privado en la extracción y procesamiento de hidrocarburos equivale a una regresión histórica.

Horas después de asumir el gobierno en diciembre de 2012, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto sorprendió al firmar con los tres principales partidos de su país el Pacto por México, un acuerdo político que pretendía fomentar crecimiento económico, crear empleos y favorecer la inclusión social. El país aplaudió los acuerdos que abarcaban un amplio espectro y que incluía a empresarios y trabajadores. Pero esos días de euforia se han esfumado. El pacto impulsado por el presidente elegido en representación del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se fracturó después que el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) lo abandonó, en protesta por la presentación de un proyecto de Reforma Energética que permite el capital privado en la explotación de hidrocarburos, aprobado este jueves. “El pacto está muerto”, sentenció Jesús Zambrano, presidente del PRI.La razón de fondo es que el gobierno se había comprometido a respetar el carácter público de la exploración y producción petrolera, asunto que la mayoría de los mexicanos considera parte de su legado más importante. Para el analista Alberto Azis Nassif será difícil revivir el Pacto. “El consenso quedó totalmente destruido sobre todo en la materia energética que polarizaba las posiciones entre el gobierno y las izquierdas. No habrá forma de ningún nuevo consenso”.El tema es especialmente sensible en México, donde el orgullo que se siente por Pemex, la estatal petrolera no es preocupación sólo de las izquierdas, sino también de buena parte de la ciudadanía. Pemex es uno de los pilares de la economía del país. Datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía indican que en promedio el 37% de los recursos fiscales provienen de la venta de hidrocarburos, mientras que el valor estimado de la paraestatal equivale al 10% del Producto Interno Bruto.Pero el asunto va más allá. Durante casi 70 años los mexicanos aprendieron que la expropiación del petróleo decretada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas fue, después de la Revolución, la mayor gesta heroica del Siglo XX. Una historia que, se impartía en textos escolares, puso fin al abuso y explotación extranjera de los recursos naturales y que en ocasiones pusieron en riesgo la independencia del país. Así, para muchos la participación de capital privado en la extracción y procesamiento de hidrocarburos equivale a una regresión histórica.Claro que el Pacto por México abarca muchas otras materias, en algunas de las cuales puede haber acuerdo, pero el tema energético era el alma de los compromisos. Roto ese consenso, puede afirmarse que los acuerdos para gobernar en armonía están en peligro.Para el investigador Barbosa Cano, lo que se viene es “un proceso difícil de lucha política que va a enturbiar el panorama político y social, ya de por sí muy conflictivo en el país”. Lo previsible es que el PRD se alíe con Manuel López Obrador, alcanzando la mayoría en varios Estados y que desde allí le amarguen los días a Peña. Queda claro que, aunque tenga margen para gobernar, lo ocurrido esfuma el Pacto por México.

AHORA EN Editorial