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Encuentro de las víctimas

Sin duda, la iniciativa de los foros debe recibir el reconocimiento de la sociedad. No obstante, y ante las dificultades para definir un asunto de tanta complejidad, es necesario reclamar que se precise su dimensión. Ante todo, y teniendo en cuenta que sus resultados serán llevados ante la mesa de negociación en la capital de Cuba, deben ser útiles y eficaces para dar a conocer el drama humanitario y social que ha padecido nuestra Nación en los últimos cincuenta años.

3 de agosto de 2014 Por:

Sin duda, la iniciativa de los foros debe recibir el reconocimiento de la sociedad. No obstante, y ante las dificultades para definir un asunto de tanta complejidad, es necesario reclamar que se precise su dimensión. Ante todo, y teniendo en cuenta que sus resultados serán llevados ante la mesa de negociación en la capital de Cuba, deben ser útiles y eficaces para dar a conocer el drama humanitario y social que ha padecido nuestra Nación en los últimos cincuenta años.

A partir de hoy y durante los próximos tres días, el Centro de Eventos Valle del Pacífico será escenario del Encuentro Nacional de Víctimas. Según los acuerdos alcanzados en La Habana por los negociadores del Gobierno Nacional y las Farc, de éste y los demás encuentros regionales celebrados en el pasado mes de julio deben salir las propuestas de quienes han sido víctimas del conflicto y sus representantes que viajarán a la mesa de diálogo en Cuba.Serán 1.500 los delegados que desde hoy estarán en el lugar decidido por la Organización de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, con el acompañamiento de la Conferencia Episcopal colombiana. Esas serán las entidades encargadas de dirigir el foro donde estarán los ciudadanos que han sufrido en carne propia los rigores de la violencia. A su lado, y según instrucciones recibidas de la mesa de negociación, estarán las organizaciones no gubernamentales que deseen participar, y un grupo de invitados internacionales que contarán sus experiencias. Sin duda, la iniciativa de los foros debe recibir el reconocimiento de la sociedad. No obstante, y ante las dificultades para definir un asunto de tanta complejidad, es necesario reclamar que se precise su dimensión. Ante todo, y teniendo en cuenta que sus resultados serán llevados ante la mesa de negociación en la capital de Cuba, deben ser útiles y eficaces para dar a conocer el drama humanitario y social que ha padecido nuestra Nación en los últimos cincuenta años. Ello implica el esfuerzo por encontrar a las víctimas verdaderas, aquellas que todavía padecen las consecuencias de la violencia irracional y destructora, evitando que sean ignoradas o suplantadas por organizaciones y dirigentes que cumplen un objetivo político y no humanitario. Según los organizadores, las dificultades para lograr ese objetivo han sido enormes. Y de acuerdo con algunas víctimas, hay trabas para permitirles contar su historia y reclamar la verdad que esperan.De otra parte, se pide que las víctimas presenten propuestas para ser resumidas y llevadas a La Habana. Según muchas de esas víctimas, su interés no está tanto en hacer propuestas como en lograr que se conozca la verdad de su tragedia. Que los victimarios la cuenten y que se comprometan a reparar los daños que causaron a seis millones de seres humanos, según la Unidad Nacional de Víctimas. Y que la selección de los 60 delegados que las representarán ante la mesa de negociación sea conformada sin exclusiones o presiones. Esa es la misión que han venido cumpliendo la Organización de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional. Sus resultados se conocerán más adelante, según han explicado sus voceros. Mientras tanto, además de dar una calurosa bienvenida a los participantes del Encuentro Nacional de Víctimas, es de esperar que de sus mesas de trabajo cumplan el objetivo de constituirse en “un espacio para el reconocimiento de los derechos y la dignificación de las víctimas del conflicto armado”.

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