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En el fiel de la balanza

También supone un factor de tensión con sus aliados, con expertos que advierten que Rousseff deberá construir una base de apoyo más sólida en el Congreso y prestar más atención a los problemas de corrupción. Adicionalmente, el escándalo ha paralizado a la petrolera estatal, al mismo tiempo que los precios del crudo bajan sensiblemente en los mercados internacionales, con lo que el sueño de una autosuficiencia petrolera y una renta significativa para el Estado, lo mismo que recursos frescos para ahondar las inversiones sociales, parece haberse esfumado, en parte.

5 de enero de 2015 Por:

También supone un factor de tensión con sus aliados, con expertos que advierten que Rousseff deberá construir una base de apoyo más sólida en el Congreso y prestar más atención a los problemas de corrupción. Adicionalmente, el escándalo ha paralizado a la petrolera estatal, al mismo tiempo que los precios del crudo bajan sensiblemente en los mercados internacionales, con lo que el sueño de una autosuficiencia petrolera y una renta significativa para el Estado, lo mismo que recursos frescos para ahondar las inversiones sociales, parece haberse esfumado, en parte.

El precario triunfo obtenido por Dilma Roussef en Brasil se reflejó en su discurso y acto de posesión para la segunda Presidencia.Roussef recibió al gigante suramericano con un crecimiento del 7.8% anual y un desplazamiento notable de ciudadanos pobres hacia las filas de las clases medias. Ahora inicia se segundo mandato con una economía estancada y sin mayores perspectivas para seguir profundizando la lucha contra la pobreza, el gran capital político que le legó Luis Ignacio Lula da Silva.Ante una economía prácticamente detenida, denuncias graves de corrupción y un Congreso fragmentado, los analistas advierten que los desafíos de Rousseff son enormes. Rousseff es una economista de formación, pero la política económica también le ha valido diversas críticas. El PIB brasileño crecerá menos de medio punto porcentual este año. Un fuerte contraste con lo que ocurría en 2010, justo antes del inicio de su gobierno, cuando se expandió al 7,5%. Los críticos del gobierno atribuyen esto a la falta de reformas estructurales para bajar los costos de producción (especialmente para la industria, que pierde peso en el PIB), mejorar la infraestructura y atraer inversiones.La solución a las dificultades parecía venir de los hallazgos de petróleo en el litoral atlántico brasilero y en el papel que podría jugar Petrobras, la principal empresa del país. Pero pronto se abrió la caja de Pandora: las denuncias de sobornos en Petrobras tomaron la dimensión de escándalo después que un exdirector de la petrolera estatal dijera a la justicia que hubo sobornos por contratos de obras y que esos fondos multimillonarios financiaban al PT y aliados. Este asunto podría convertirse en una crisis política para la presidenta si se confirman las afirmaciones de Paulo Roberto Costa, que colabora con la justicia para reducir su pena.También supone un factor de tensión con sus aliados, con expertos que advierten que Rousseff deberá construir una base de apoyo más sólida en el Congreso y prestar más atención a los problemas de corrupción. Adicionalmente, el escándalo ha paralizado a la petrolera estatal, al mismo tiempo que los precios del crudo bajan sensiblemente en los mercados internacionales, con lo que el sueño de una autosuficiencia petrolera y una renta significativa para el Estado, lo mismo que recursos frescos para ahondar las inversiones sociales, parece haberse esfumado, en parte.Y tampoco le ayuda que su política internacional, en especial para América Latina consista en mantener lazos estrechos con Venezuela, hoy un país menesteroso a cuyo Presidente se le vio saludando una y otra vez a Rousseff mas allá del turno diplomático que le correspondía, mientras deja de lado a los países de la Alianza del Pacífico, lo mismo que hace frente a Estados Unidos y Canadá.El gigante suramericano pasará unos años difíciles si su Presidenta no da los pasos necesarios para abrir su economía a sus socios naturales en América. Y si no lleva hasta el fondo la lucha contra la corrupción, así caiga la mitad de su gobierno. Como le sucedió a su antecesor.

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