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El Valle sigue adelante

"...El Valle es consciente de los problemas que lo afectan. Y aunque necesita el apoyo del Gobierno Nacional para superar los conflictos que crecen debido precisamente al desequilibrio que genera el centralismo que absorbe la mayor cantidad de recursos de la Nación, no ha descuidado sus responsabilidades. Ni ha abandonado su papel como generador de empleo y de bienestar...".

5 de junio de 2011 Por:

"...El Valle es consciente de los problemas que lo afectan. Y aunque necesita el apoyo del Gobierno Nacional para superar los conflictos que crecen debido precisamente al desequilibrio que genera el centralismo que absorbe la mayor cantidad de recursos de la Nación, no ha descuidado sus responsabilidades. Ni ha abandonado su papel como generador de empleo y de bienestar...".

En medio de las publicaciones que describen al Valle y a Cali como tierra en manos de delincuentes, la región y la ciudad persisten en su lucha por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Es el esfuerzo de una sociedad que se niega a aceptar las estigmatizaciones y demuestra con hechos su propósito de seguir adelante. Las cifras lo están diciendo: la industria y la manufactura crecieron un 5.4% en el primer semestre de 2011, casi un punto porcentual superior al índice del resto del país. Quiere ello decir que la tendencia depresiva, que mostró un decrecimiento del 5,2% en el mismo período del 2010, ha sido superada por las empresas vallecaucanas. De ahí que la tasa de desempleo haya mostrado un descenso del 2% en el mes de abril. Y si bien un 12,6% de desempleados en la población origina serias preocupaciones, allí vuelve a registrarse un resultado superior al 1% del resto del país.Son resultados que se consiguen a pesar de que el Valle ha sido una de las regiones de Colombia más duramente golpeadas por la prolongada temporada invernal, y no obstante que Cali sigue siendo el destino de los desplazamientos que producen la violencia y la falta de oportunidades en el Pacífico y el sur de Colombia. Basta anotar que el Chocó, Cauca y Nariño registran los índices de desempleo más altos del país, para entender por qué el Valle, en especial su capital, siguen siendo receptores de primer orden de migraciones desordenadas que llegan en busca de trabajo y abrigo.Por supuesto, la región ha sido afectada por el narcotráfico y los fenómenos de delincuencia común que golpean a toda Colombia. Pero se está haciendo un esfuerzo importante por contrarrestarlos. Otra cosa es que aquí no se oculten esas realidades y que la ciudadanía exprese su alarma y su rechazo a los brotes de violencia que afectan a todos los estratos sociales. Pero eso no puede dar pie para que se estigmatice a Cali como la “Chicago colombiana”, un claro intento por simplificar las circunstancias que se viven en la región y por desviar la atención sobre lo que está ocurriendo en ciudades con conflictos más peligrosos y letales que registran índices de criminalidad superiores.El Valle es consciente de los problemas que lo afectan. Y aunque necesita el apoyo del Gobierno Nacional para superar los conflictos que crecen debido precisamente al desequilibrio que genera el centralismo que absorbe la mayor cantidad de recursos de la Nación, no ha descuidado sus responsabilidades. Ni ha abandonado su papel como generador de empleo y de bienestar, como creador de riqueza y como líder del desarrollo en el suroccidente colombiano, donde hoy por hoy confluyen las más difíciles circunstancias de violencia y pobreza de toda Colombia. Ese liderazgo es el que permite esperar mejores días para la región y para su capital. Claro que nos esperan grandes desafíos. Y no hay duda que debemos combatir la delincuencia que ronda en las calles de nuestros centros urbanos. Pero durante 100 años hemos demostrado que podemos hacerlo, así se persista en desconocer los orígenes de nuestros problemas y en descalificar los esfuerzos que hacemos para superarlos.

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