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El robo de Venezuela

El argumento fue la supuesta inhabilidad del ganador lo que le impedirá volverse a presentar en las elecciones convocadas para el próximo 10 de enero.

30 de noviembre de 2021 Por: Editorial .

No les bastó con arrasar en 19 de las 23 gobernaciones y la alcaldía de Caracas: el régimen dictatorial encabezado por Hugo Chávez, Diosdado Cabello y los militares que los soportan, decidieron desconocer el triunfo de un candidato de la oposición en el estado Barinas. Con ello confirmaron que no hay nada parecido a una democracia en Venezuela, y que la oposición cayó en la trampa que pretendió darle legitimidad a la dictadura.

Siempre se supo cuál sería el resultado en las elecciones y el propósito de convertirlas en un ejercicio de confirmación de su poder en las administraciones regionales y locales. Así mismo, la oposición tenía claro que su participación sólo serviría para el éxito de la maniobra, y que su derrota estaba asegurada por sus divisiones y la infiltración del régimen, además de la obvia aplicación de la aplanadora de quienes son dueños de los poderes públicos, incluyendo el poder electoral.

El que hayan obtenido sólo tres de las gobernaciones y hayan sido barridos en aproximadamente 230 de las 322 alcaldías en disputa, demuestra hasta dónde estaba armada la farsa. Ni siquiera fue limpiado el censo electoral de las más de cuatro millones de cédulas de quienes han abandonado a Venezuela, lo que indica que los gobernantes y sus conmilitones estaban dispuestos a usarlas de manera fraudulenta, en caso de un descalabro. Por algo, Maduro calificó de espías a los delegados de la Unión Europea que estuvieron allí y se atrevieron a denunciar irregularidades en las elecciones.

Pero a la dictadura no le bastó con eso. Y como en Barinas, el Estado de Hugo Chaves, fue derrotado por estrecho margen su hermano el gobernador en ejercicio, paralizaron el conteo cuando vieron que su derrota era inevitable: una semana después, el ‘Supremo’ como denominan al tribunal de justicia convertido en una dependencia más, y a pedido de un supuesto opositor comprado por la dictadura, decidió anular un resultado donde el opositor Fredy Superlano derrotó a Argenis Chaves por menos del 2% de los votos.

El argumento fue la supuesta inhabilidad del ganador lo que le impedirá volverse a presentar en las elecciones convocadas para el próximo 10 de enero. Además, el derrotado don Argenis renunció, en protesta por el fraude que se presentó el pasado 21 de noviembre. Como resultado, no es que se repitan las elecciones como ordena el fallo de la justicia chavista.

Es que habrá una elección distinta donde se excluyó al ganador y la oposición no podrá hacer campaña en menos de 45 días, mientras el gobierno podrá armar a sus anchas la tramoya necesaria para sacralizar el poder del partido fundado por Chaves, en el estado de Chaves y con los votos que sean necesarios para asegurar el despojo.

Así se cerrará un capítulo más de la farsa con la cual se pisotea la democracia en Venezuela. Y se ratifica que mientras la división y las ambiciones de la oposición subsistan, la tiranía seguirá usando las urnas, como lo ha hecho durante 25 años, para tratar de vestir de legitimidad la dictadura que destruyó su país y atropella la democracia y las libertades de los venezolanos.

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