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El protagonista del año

En resumen, ya están definidos los puntos sobre el tema agrario, el narcotráfico, la participación política de las Farc, las víctimas y la justicia. Queda por acordarse el referente a la desmovilización que ya se ha venido negociando en forma paralela. El pasado viernes, el presidente Juan Manuel Santos bosquejó cómo y cuántas zonas de desmovilización se crearían. Se espera entonces que el acuerdo definitivo llegue en el plazo fijado por el Primer Mandatario, es decir, el 23 de marzo de 2016.

20 de diciembre de 2015 Por:

En resumen, ya están definidos los puntos sobre el tema agrario, el narcotráfico, la participación política de las Farc, las víctimas y la justicia. Queda por acordarse el referente a la desmovilización que ya se ha venido negociando en forma paralela. El pasado viernes, el presidente Juan Manuel Santos bosquejó cómo y cuántas zonas de desmovilización se crearían. Se espera entonces que el acuerdo definitivo llegue en el plazo fijado por el Primer Mandatario, es decir, el 23 de marzo de 2016.

Siguiendo con el propósito del Gobierno Nacional por lograr el acuerdo que termine con la violencia de las Farc en una mesa de negociación, el 2015 fue el año para concretar las bases de lo que se vislumbra ya como una realidad. Además de terminar en breve plazo el último de los seis puntos, lo que sigue es la refrendación por los colombianos en capacidad de votar y la aplicación en caso de que sea aprobado.Luego de largos meses en los cuales no se conocía un avance concreto, la paciencia estaba siendo superada por las inquietudes sobre lo que sucedía en La Habana. Dos temas permanecían sobre el tapete, que parecían no tener mayores avances: la respuesta a las víctimas y el marco jurídico sobre el cual se desarrollará el acuerdo final para la terminación del conflicto.El asunto fue resuelto a partir de un cambio importante en la metodología de los diálogos, lo que permitió agilizarlos. También fue notoria la intervención de los mismos garantes de las conversaciones y de otros factores que, al parecer, han llevado a crear más confianza entre los negociadores del Gobierno y de las Farc. Por eso se puede registrar hoy una posibilidad muy cercana del acuerdo final.Sobre las víctimas debe decirse que fue notorio el esfuerzo por buscar alternativas que satisfagan su reparación y ayuden a sanar las heridas dejadas por tantos años de violencia. Sin conocerse todavía el texto del acuerdo sobre la materia, es necesario aclarar que en él se está haciendo referencia a las que resultaron de la acción de las Farc, como de los paramilitares y de los agentes del Estado. Por eso se debe resaltar la creación de una comisión de la verdad como herramienta para llegar al perdón y la reconciliación.En cuanto a la Justicia, debe reconocerse que fue y seguirá siendo uno de los puntos más polémicos del posible acuerdo, y no sólo por la manera precipitada como se anunció en septiembre. Allí está contenida la Justicia transicional que se aplicará a los autores de toda clase de crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como de violaciones a los Derechos Humanos.En resumen, ya están definidos los puntos sobre el tema agrario, el narcotráfico, la participación política de las Farc, las víctimas y la justicia. Queda por acordarse el referente a la desmovilización que ya se ha venido negociando en forma paralela. El pasado viernes, el presidente Juan Manuel Santos bosquejó cómo y cuántas zonas de desmovilización se crearían. Se espera entonces que el acuerdo definitivo llegue en el plazo fijado por el Primer Mandatario, es decir, el 23 de marzo de 2016.Empezará entonces la aplicación de las normas que se han venido tramitando en el Congreso de la República. Uno, el Acto Legislativo que da paso a las reformas y acciones necesarias para aplicar lo que resulte del acuerdo final. El otro, la posible utilización de un polémico plebiscito con el cual se pretende que la Nación refrende lo acordado en La Habana, si las Farc lo aceptan. Con lo cual puede decirse que durante los próximos siete u ocho meses, Colombia transitará la recta final para terminar un conflicto que ya cumplió medio siglo.

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