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El nuevo Mandato

Sabido es que si bien el país atraviesa por un momento estelar de la economía, las instituciones sobre las cuales descansa la credibilidad del Estado acusan graves problemas. Y demandan intervenciones y reformas que respondan a las dificultades de una Nación cuya confianza se deteriora al ritmo de frecuentes escándalos, de falta de Justicia y de no atender las necesidades de los ciudadanos.

7 de agosto de 2014 Por:

Sabido es que si bien el país atraviesa por un momento estelar de la economía, las instituciones sobre las cuales descansa la credibilidad del Estado acusan graves problemas. Y demandan intervenciones y reformas que respondan a las dificultades de una Nación cuya confianza se deteriora al ritmo de frecuentes escándalos, de falta de Justicia y de no atender las necesidades de los ciudadanos.

Ante el Congreso de la República y por segunda vez, el doctor Juan Manuel Santos asumirá hoy la Presidencia de la República. En esta ocasión, la expectativa de alcanzar la paz con las Farc será el gran objetivo del Gobierno que empieza.También es la segunda ocasión en la historia reciente que un Presidente es reelegido por votación popular. Si bien se requirieron dos vueltas, el triunfo del candidato de la Unidad Nacional fue claro y acogido por todas las fuerzas políticas en contienda. Como también lo fue el surgimiento de un nuevo partido político encabezado por el expresidente Álvaro Uribe, que bajo el nombre de Centro Democrático se erige como sector importante de la oposición en los próximos cuatro años.Todo ello demuestra la forma en que ha ido cambiando la política en Colombia. Ya los partidos tradicionales no tienen el poder que antes ostentaron y sus estructuras, que fueron las mayorías abrumadoras, debieron ceder el protagonismo a nuevas coaliciones donde tiene gran peso la figura de sus líderes. Y como oposición, además de la figura de la izquierda en sus distintos matices, aparece una organización cercana a la derecha y con diferentes puntos de vista sobre las realidades nacionales.Uno de los asuntos en los cuales esa diferencia se hace notoria está precisamente en la negociación que el gobierno del reelecto Presidente impulsa. Así, el posible acuerdo en las conversaciones que se realizan en La Habana, Cuba, y las acciones que deban adoptarse para hacerlo realidad, marcará la agenda del gobierno, del país y de la oposición, durante los próximos años. Y frente a ese vital asunto estarán los dos puntos de vista que signaron la campaña presidencial y ahora prometen influir de manera importante en la agenda legislativa. Pero ese no es el único tema que debe cautivar el interés del presidente Santos. Sabido es que si bien el país atraviesa por un momento estelar de la economía, las instituciones sobre las cuales descansa la credibilidad del Estado acusan graves problemas. Y demandan intervenciones y reformas que respondan a las dificultades de una Nación cuya confianza se deteriora al ritmo de frecuentes escándalos, de falta de Justicia y de no atender las necesidades de los ciudadanos. Es por ello que se espera un gran impulso del presidente Santos y de su gobierno a los cambios que requieren la Justicia en primer término, el ejercicio en la política para darle más transparencia, la salud para resolver su crisis ya eterna, y la necesidad de combatir la inequidad generadora de pobreza y causada por la falta de oportunidades. Allí, el campo y la agricultura serán vitales como instrumento para resolver los conflictos y construir el equilibrio que necesita Colombia, se logre o no un acuerdo con la guerrilla.Por supuesto, existen muchos asuntos más que demandan la guía del Primer Mandatario, de sus colaboradores y de las fuerzas que tienen asiento en el Congreso de la República. Pero desde ahora puede afirmarse que Colombia tendrá un gran salto adelante si los arriba citados se acomodan a los reclamos y las necesidades de los cuarenta y cuatro millones de colombianos.

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