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El futuro del Perú

Pero por mucho que se esfuerce Humala, los ojos del continente y del Perú examinan sus acciones. Y en esto su familia no le ayuda. Su hermano Alexis se fue a Moscú y dijo ser enviado del Gobierno con autoridad para firmar acuerdos, lo que debió desmentir el Presidente. Sumado a la desconfianza que generan sus socios políticos, de tendencia comunista a la antigua, el hecho logró lo impensable: Bajar de 70% a 41% su popularidad, en una semana y antes de asumir el cargo.

30 de julio de 2011 Por:

Pero por mucho que se esfuerce Humala, los ojos del continente y del Perú examinan sus acciones. Y en esto su familia no le ayuda. Su hermano Alexis se fue a Moscú y dijo ser enviado del Gobierno con autoridad para firmar acuerdos, lo que debió desmentir el Presidente. Sumado a la desconfianza que generan sus socios políticos, de tendencia comunista a la antigua, el hecho logró lo impensable: Bajar de 70% a 41% su popularidad, en una semana y antes de asumir el cargo.

Dos días después de que Ollanta Humala tomara posesión de la presidencia del Perú, sus conciudadanos se preguntan cuál de las posturas que él ha asumido a lo largo de su carrera militar y política va a dirigir los destinos de su país.El segundo indígena elegido para el más alto cargo de esa Nación era hace cinco años un ferviente seguidor de la izquierda populista que encarna el excoronel Hugo Chávez en Venezuela. En su primera campaña a la presidencia usaba una camiseta roja y reivindicaba los valores del Cacerismo, creencia fundada por su padre Isaac Humala e inspirada por el mariscal Avelino Cáceres, héroe de la guerra contra Chile (1879-1883). Es la ideología que clama por una América para los americanos, especialmente para los de piel parda.Pero la derrota de su aspiración en 2006 parece haber dejado cicatrices. Por eso ayer en su posesión, Humala proclamó su conversión a la prudente y moderada socialdemocracia, cuyo gran exponente es el expresidente Lula da Silva del Brasil. Prueba de su transformación son el saco y la corbata con que encaró la campaña, además de las medidas que anunció para su gobierno. El presidente Ollanta se comprometió a sostener el crecimiento económico que vive el país en los últimos años, pero con una redistribución mucho más equitativa. También dijo que piensa detener la inflación y dotar al campo de obras de infraestructura de primer nivel. Crecimiento económico e inclusión social es la fórmula con que arranca su mandato.Sus primeros nombramientos fueron en el área económica donde le dio continuidad al presidente del Banco Central y ratificó al viceministro de Hacienda del gobierno saliente, movidas que deben dar tranquilidad a los ortodoxos.El nuevo Humala compuso un Gabinete poblado de profesionales y empresarios que incluye a hombres del expresidente Alejandro Toledo, cuyo apoyo fue vital para obtener la victoria y ahora para manejar el Congreso. Una cantante afrodescendiente, nombrada ministra de Cultura, es la primera persona de raza negra que desempeña tal dignidad en el Perú.Pero por mucho que se esfuerce Humala, los ojos del continente y del Perú examinan sus acciones. Y en esto su familia no le ayuda. Su hermano Alexis se fue a Moscú y dijo ser enviado del Gobierno con autoridad para firmar acuerdos, lo que debió desmentir el Presidente. Sumado a la desconfianza que generan sus socios políticos, de tendencia comunista a la antigua, el hecho logró lo impensable: Bajar de 70% a 41% su popularidad, en una semana y antes de asumir el cargo.Para evitar un gobierno sin apoyo popular la misión de Humala ahora es acercar los extremos para recuperar credibilidad. Eso explica su esfuerzo para tomar la corriente moderada del Brasil. Aunque pronto tendrá una dura prueba, que servirá para definir su postura política, cuando se siente junto a sus socios de la Alianza del Pacífico, de claro tinte antichavista. Allí, no sólo México, Colombia y Chile, sino todos los peruanos, sabrán por fin quién es Ollanta Humala.

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